Papadenunciamatanzade mujeresyniñosenSudán delSuryenelCongo
El máximo jerarca de la iglesia católica cataloga de hipocresía negar las masacres de mujeres y niños en estos países
VATICANO. El papa Francisco presidió ayer en la Santa Sede una vigilia especial de oración por Sudán del Sur y la República Democrática del Congo, durante la cual denunció las atrocidades contra mujeres y niños. “Esta noche, a través de la oración, queremos lanzar las semillas de la paz en la tierra de Sudán del Sur y la República Democrática del Congo y en todaslastierrasheridasporla guerra”, dijo el papa durante su homilía en la basílica de San Pedro. El pontífice criticó “los muros de la enemistad” entre esos dos países y condenó los conflictos que “roban la Pontífice católico
infancia e inclusive la vida” a tantos niños y desencadenan tanta violencia contra las mujeres, dijo. “¡Qué hipocresía negar las masacres de mujeres y niños, donde la guerra muestra su rostro más horrible!”, clamó. Francisco instó a todos los líderes de la región a buscar la paz “a través del diálogo y la negociación”. En la basíli- ca, las oraciones en swahili acompañaronalosasistentes, entre ellos africanos con sus trajes tradicionales que cargaban las fotografías de niños desaparecidos. “Había decidido visitar Sudán del Sur, pero eso no fue posible”, confesó pontífice. El papa deseaba visitar Sudán del Sur junto a su homólogo anglicano, el primado Justin Welbi. En diciembre de 2013, dos años y medio después de su independencia, Sudán del Sur, un país mayoritariamente cristiano, se sumió en una guerra civil que ha dejado decenas de miles de muertos y varias de sus regiones azotadas por la hambruna. Alrededor de 1,8 millones de sursudaneses han encontrado refugio en países vecinos, y casi dos millones de habitantes están desplazados dentro del país a causa del conflicto.
"las guerras” fomentan la soberbia, la avaricia, la sed de poder y la mentira" FRANCISCO BERGOGLIO
El papa Francisco durante la misa en favor de Sudán del Sur y del Congo pronunciada en el Vaticano. Además de la guerra, las mujeres y niños sudaneces sufren escasez de alimentos.