Proceso educativo
El proceso educativo conlleva una serie de acciones que deben ser ordenadas de acuerdo con el nivel educativo y la realidad en que se encuentran los actores que se benefician (estudiantes) como los facilitadores (profesores). Saltan varios nombres como referentes a estos fundamentos y principios pedagógicos, entre ellos, tenemos a Piaget, que menciona que el proceso debe ser activo, o sea, nunca se deja de estar aprendiendo, lo cual a grandes rasgos es cierto porque no solo dentro de un salón de clases aprendemos, sino que de todas las cosas que vivimos. El profesor debe estar vigilante observando el grado de interacción que tiene el niño y tomar esas experiencias como referentes para lograr cumplir los objetivos educativos en él. Con todo ello se garantiza que esa educación se quede en su mente a largo plazo, cuando enlazamos dichos conocimientos con las experiencias vividas. Hace hincapié en la importancia de estas interrelaciones, ya que se rompen paradigmas y de una u otra forma el niño o joven va creando conocimientos que se afianzan con la lectura de textos o que simplemente va dando nombres a las cosas que ya sabe. Categoriza dichas interacciones, que van de acuerdo con las personas con quienes se relaciona; aquí es donde yo agrego que los adultos debemos tratar de ser facilitadores de conocimiento sin importar si somos o no profesores, ya que estamos ante alguien sin experiencia, y no cae mal un reforzamiento o simplemente ayudarle a crear al niño nuevos conocimientos. Hoy, los recursos informáticos son de gran utilidad, y que no estaban tan desarrollados cuando se comenzaron a trazar dichos fundamentos, creando un vacío procedimental, por ello con el paso del tiempo se han venido haciendo ajustes para que su incorporación sea un hecho en el proceso educativo. Necesitamos gente comprometida desde el nivel gubernamental como de cada centro para que sea más efectivo el proceso.