Maltrato animal

La evolución y la historia cuentan que el ser humano siempre sacó provecho de los recursos naturales y su fauna, pero únicamente con propósitos de supervivencia y con profundo respeto por la vida. Eventualmente el ser humano fue perdiendo ese respeto y ganando otros intereses plagados de vicios y rencor. Por simple evolución, se necesita más carne, se necesita entretenimiento, se necesita ropa fina, porque el ser humano es el amo y señor dominante de la tierra y los mares. ¿Quién paga esas necesidades?, los animales. Cada vez es más frecuente el maltrato a los animales. Este se puede manifestar de diversas maneras: peleas, abandonos y palizas. Mención aparte necesitarían las corridas de toros y algunas fiestas populares. También hay gente que, llamándose amante de los animales, tiene como deporte la caza y, en ocasiones, son capaces de sacrificar a sus perros cuando ya no les son de utilidad. Se llega al punto de entrenar a los perros para participar en peleas a muerte entre ellos mismos para su (dudoso) disfrute y ganancias económicas personales. Para nuestra vergüenza, España es el país con mayor porcentaje de abandonos de mascotas. Cada año, más de 100,000 animales de compañía son expulsados de sus hogares. Antiguamente el maltrato en los animales era considerado como algo normal, ya que sobre todo algunos de ellos se utilizaban para trabajos de carga y facilidad en la vida humana. Todo cambió, hoy día hemos mejorado el concepto, gracias a la tecnología, gracias al ingenio humano. Pero no todo es color de rosa, aún existe mucha gente sin escrúpulos que no siente el mínimo sentimiento de culpa por el maltrato de cualquier índole que puede provocar sobre una vida de estas. El problema se agudiza más aún con nosotros, los que no maltratamos, pero somos cómplices o testigos de un maltrato, y no denunciamos, somos víctimas del sedentarismo y desinterés y aunque hay muchas excepciones, no son suficientes para frenar el monstruo del maltrato.

FREDY LÓPEZ