Jo Shults, la piloto heroína que salvó a 148 personas en vuelo de Southwest
Logró aterrizar el avión de Southwest con un solo motor que explotó a solo 30 minutos del despegue
NUEVA YORK. Tammie Jo Shults, la piloto del avión de Southwest Airlines cuya falla de motor en pleno vuelo mató a una pasajera, es celebrada como una heroína por sus nervios de acero y un perfecto aterrizaje de emergencia en Filadelfia que salvó a las otras 148 personas a bordo. Shults fue identificada por los pasajeros como la piloto del vuelo 1380 de Southwest que el martes se dirigía de Nueva York a Dallas cuando el motor izquierdo del avión 737 explotó en pleno vuelo unos 30 minutos tras el despegue. De 56 años, residente de Texas y madre de dos hijos, fue una de las primeras mujeres en pilotar cazas en la Marina estadounidense en los años 1980 y también una de las primeras en pilotar el caza F-18 Hornet. Mantuvo una calma increíble en su conversación con el operador de la torre de control de Filadelfia, minutos antes del aterrizaje de emergencia. “¡La piloto Tammy Jo fue increíble! Nos hizo aterrizar sanos y salvos en Filadelfia”, escribió en Instagram la pasajera Amanda Bourman, una madre de tres hijos que viajaba junto a su marido. “Es una verdadera heroína estadounidense”, escribió otra pasajera, Diana McBride, en Facebook, donde celebró “el conocimiento y valentía” de la piloto y contó que tras el aterrizaje, Shults “vino a hablar con cada uno de nosotros personalmente”. Usuarios de las redes sociales comparan a Shults con el capitán Chesley “Sully” Sullen-
berger, el piloto del vuelo de US Airways que aterrizó en el río Hudson frente a Manhattan en 2009 tras un accidente causado por pájaros, salvando a todos los pasajeros y tripulantes. Todos decían a Shults que no podría ser piloto si era mujer. La Fuerza Aérea incluso le negó el permiso para pasar el examen de aviación, pero la Marina la aceptó. Allí Shults creció como piloto y llegó a aterrizar cazas en portaaviones a 240 km/h. La mujer que falleció, de 43 años, fue identificada como Jennifer Riordan, de Albuquerque, una madre de dos hijos que era vicepresidenta de una sucursal del banco Wells Fargo en Nuevo México.