Se llevan a EEUU repuestos de más de dos mil fusiles que fueron destruidos
Cargamento ingresó al país en 1986 para una supuesta venta al Estado
SAN PEDRO SULA. Dos contenedores cargados con repuestos de 2,750 armas de fuego, entre fusiles AK-47 y Fal, serán llevados este día para Puerto Cortés, adonde seránembarcadosconrumbo a Estados Unidos. Los repuestos son parte de un cargamento de armas y municiones que ingresó a Honduras en 1986, las cuales al no ser compradas por el Estado quedaron en depósito en el Tercer Batallón de Naco. Las armas fueron enviadas por la compañía Longlac Entriprice, con sede e n Pa n a m á y subsidiaria de la compañía Sanco Global Arms, con sede en Miami. El cargamento original era de 4,600 fusiles Fal, 800 AK-47, 30 cañones de 20 milímetros con cajas de repuestos, 2,500 cohetes, 48 RPG-7 y municiones. Este arsenal permaneció en la clandestinidad durante más de una década hasta que el propietario reclamó vía judicial a Honduras su devolución al no concretar la venta. En 2000, los juzgados de San Pedro Sula establecieron que los pertrechos pertenecían a la empresa panameña Longlac Entriprice y que podían regresar a Estados Unidos. La mayor parte del cargamento fue devuelto en 2009 mediante resolución judicial. Los propietarios reclamaban la última parte de las armas, por lo que la Corte de Apelaciones decretó recientemente que fueran entregadas, pero solo las piezas debido a que eran armas de uso prohibido en Honduras. Los magistrados ordenaron al juzgado la entrega de las piezas del cargamento de 4,500 fusiles. Para ejecutar esa disposición, un juez con un equipo conformado por un perito y personal del juzgado comenzaron el inventario. Como los fusiles no podían salir intactos, el personal del juzgado en conjunto con las Fuerzas Armadas desarmaron cada uno y extrajeron los repuestos autorizados para ser entregados. El proceso de destrucción inició desde hace más de un mes y ayer los dos primeros contenedores fueron cargados y sellados. Una fuente confirmó que durante el tiempo que trabajaron en el Batallón, personal militar enviado desde Tegucigalpa llegaba a inspeccionar las acciones que se estaban realizando cada semana.
Aún faltan más de mil armas en ser devueltas, por lo que el proceso del juzgado, así como el de las autoridades militares, continuará.
Para constatar que todas las armas que estaban en el expediente se encontraban aún en una bodega del Batallón, la jueza que lleva el caso hizo la solicitud de la llave de la bodega y luego procedió con el inventario. De igual manera, al cargar todo el repuesto autorizado para ser entregado y cargado en los contenedores, estuvo presente el personal del juzgado, autoridades militares y los representantes legales de la empresa que recla- mó el cargamento. A los dos contenedores les colocaron el marchamo, seguro que lleva la compuerta de los furgones que hoy serán llevados a la Empresa Nacional Portuaria (ENP) para ser embarcados y enviados a EE UU. El proceso para destrucción de los 1,750 fusiles, que aún están bajo el resguardo militar, continuará y luego serán entregados los repuestos a los representantes legales que sacarán el cargamento. Antecedente. Por el mismo cargamento también hubo un escándalo cuando se negó la salida del mismo debido a un proceso legal entablado por la abogada Judith Alemán Banegas, a quien la empresa propietaria le adeudaba 23 millones de lempiras por el caso ganado al Estado. La abogada Alemán sufrió un atentado en junio de 2008 y en noviembre de 2011 la asesinaron en Tegucigalpa.