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Aumenta el consumo de alimentos fermentados, como el kéfir -contiene entre 10 y 34 sepas de probióticos-, el sauerkraut, la kombucha y el miso -tan utilizados en la comida japonesa- o el yogurt orgánico o bien hecho en casa y sin endulzar.
Evita el consumo de embutidos. Procura que 75% de tu plato esté compuesto por alimentos altos en fibra como vegetales de todo tipo de colores, en especial los de hoja verde. Incrementa el consumo de manzanas, espárragos, plátanos, ajo, jícama, toronja, betabel, cebolla, pistaches y habas. Consume grasas sanas y ácidos grasos, c o m o a g u ac ate, semillas, aceite de oliva, aceitunas, almendras, pescados con alto contenido de ácidos grasos como salmón, sardina, atún y demás. Agrega a tu alimentación aceite de coco que ayuda al proceso antiinflamatorio y a bajar de peso debido a sus grasas de cadena media. Consume probióticos en suplemento, los cuales ayudan a disminuir la inflamación en las paredes del sistema digestivo y apoyan la reproducción de las bacterias benéficas. Los encuentras líquidos, en polvo o pastillas.
¿Qué son los probióticos? Los probióticos son micro- organismos vivos, bacterias “buenas” que pueden ayudar a tratar o a prevenir algunas enfermedades. Se encuentran en las paredes de los intestinos; contribuyen a mantener el sistema digestivo sano, a absorber los nutrientes y a movilizar la comida. La palabra viene del griego pro que significa “promotor” y biótico que significa “vida”. Imagina que funcionan como soldados guardianes que impiden que las bacterias entren y te hagan daño. Se recomienda consumirlos después de haber ingerido antibióticos, ya que estos hacen que la flora bacterial se comprometa. Hay muchos tipos o cepas diferentes de probióticos. La mayoría es de la variedad Lactobacillus que suele ser la más común y Bifidobacterium. El Lactobacillus acidophilus, como lo mencionamos, se puede encontrar en el yogurt y en los productos fermentados o a base de soya. Cultivar un sistema digestivo sano es lo mejor que podemos hacer para fortalecer nuestro sistema inmunológico. La invitación es a dar un buen trato a los huéspedes internos de los cuales dependen tantos otros sistemas. Sólo es cuestión de seguir estos consejos que los expertos nos dan y de poner un poco de atención y conciencia en nuestro estilo de vida, vale la pena.