Ya es demasiado
“vieneeLmundiaL, esperenparaver Loquepasasinos cortanLaLuz cuandoestánLos partidos”
Creo que nadie se dio cuenta cómo ni en qué momento, pero parece que nos acostumbramos a los frecuentes cortes de energía que se hacen con el pretexto de mantenimiento. Será que somos indolentes y no nos importa que, sin decir agua va, pero en lo que puede ser una “crónica de un corte anunciado”, cada día, todos los días, a alguien le interrumpen el suministro eléctrico para darle mantenimiento a la red. O quizá que tal y cual nos trataron los españoles durante la conquista y la colonia, nos acostumbramos a recibir las sobras y a que se lleven nuestro dinero (antes era oro, ahora son dólares). ¡No puede ser! Estoy seguro de que ningún país del mundo está sometido a algo así, nadie se queda “sin luz” todos los días, a menos que venga un huracán o una catástrofe mayor y se la lleve toda, pero eso es otra historia. Desde el Mitch no hemos tenido nada parecido, aunque uno se ve tentado a pensar que, dado el trato que le dan al usuario (cliente, el que paga), haber contratado a Energía Honduras es en sí una catástrofe mayor. Esa empresa venía haciendo lo que quería, promediando, facturando doble y un par de cosas más, hasta que el Gobierno finalmente se decidió a actuar, dando un plazo de tres días para que resolvieran todos esos problemas. La receta funcionó, comprobando que lo que hacían era aprovecharse, ya que rápidamente encontraron una forma mejor de hacer las cosas y, sobre todo, de no perjudicar a la gente. Bien, creo que hay que actuar de nuevo, tiene que existir una forma de dar mantenimiento sin dejar sectores enteros en todo el país sin energía. Las pérdidas y contratiempos que causan son enormes. Las industrias y los negocios se ven afectados, desde la gran empresa hasta la señora que se defiende vendiendo paletas caseras. ¿Cuánto le cuesta a Honduras diariamente esa manera tan especial de operar?, ¿cuántos dólares se habrán perdido en divisas porque algunas empresas simplemente no pueden adaptarse al sistema de “hoy sí, mañana no” y han gastado pequeñas o grandes fortunas en plantas generadoras de energía, dinero que podría invertirse en algo más productivo y no en tratar de sobrevivir a los permanentes y frecuentes cortes? Pero además está la incomodidad que sufre el pueblo cuando no puede cocinar, planchar los uniformes de los hijos o ni siquiera ver su telenovela favorita. Cierto que somos un país subdesarrollado donde falta casi todo, pero no debemos acostumbrarnos a que nos traten así, al fin de cuentas pagamos por la energía que consumimos, somos los clientes, tenemos derecho a que se nos trate como tales, para una idea, como tratan a la gente en Colombia. Si la empresa contratada no puede dar un servicio bueno, permanente, sin interrupciones y creen que tenemos que aceptar que corten la luz todo el tiempo - como parte de una bizarra normalidad – mejor que se vayan para su país, a ver cuánto los aguantan ahí. Si no pueden dar un buen servicio hagamos lo que hicimos hace casi 200 años, independicémonos de ellos. Se los aviso, ya viene el Mundial, esperen para ver lo que pasa si nos cortan la luz cuando están los partidos.