¡Fuerza de voluntad!

La cualidad que tiene un individuo de perseverar en sus objetivos, de mantenerse firme en sus decisiones, se llama voluntad. La voluntad procede del latín voluntas, que significa querer, que significa determinación, decisión sólida; es diferente a desear que significa pretender algo de forma pasajera, momentánea, sin continuidad. Las personas inmaduras van detrás de los deseos según van apareciendo y luego los van desechando; el que tiene madurez lo califica, precisa, delimita su radio de acción y lo hace con todas sus fuerzas en la dirección correcta evitando la dispersión; cuando se ha tomado la decisión de hacer algo necesitará de la fuerza de voluntad para no dejarse seducir por motivaciones externas que puedan aparecer para impedirle continuar con sus propósitos. La fuerza de voluntad es la principal herramienta y la vía más adecuada para lograr el éxito en lo que queremos; si queremos alcanzar grandes metas se inicia con las pequeñas; la señal que una persona tiene fuerza de voluntad es la firmeza y perseverancia en las decisiones que se tomen en estos tiempos; hay tantos estímulos y pasiones que quieren desviar del propósito de la persona, es evidente que el éxito se basa en decisiones y la fuerza de voluntad en seguir adelante en los proyectos que se emprendan; cuando los valores y principios fundamentales acompañan a esa fuerza de voluntad usted se vuelve efectivo y más en los tiempos que vivimos donde a lo bueno dicenmalo y a lo malo dicen bueno. El Señor Jesucristo modeló la mayor fuerza de voluntad ganada aquí en la tierra, ya que él no solo se sacrificó y negó su voluntad hasta el punto de dar su vida hasta la muerte: “Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible pase de mi esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú”. Mateo 26:39.