Perú: la guerra fraticida entre los hermanos Fujimori no tiene tregua
“Aquí tienes mi cabeza”, le dijo Kenji a su hermana Keiko, quien lideró el movimiento en su contra
LIMA. El fujimorismo, la mayor fuerza política de Perú, selló su cisma seis meses después de que el expresidente Alberto Fujimori dejara la cárcel y sus hijos Keiko y Kenji podrían enfrentarse en las próximas elecciones. Los hermanos se disputan el legado político de su padre, condenado por crímenes contra la humanidad y corrupción, pero goza de popularidad porque su Gobierno ( 1990- 2000) acabó con el terrorismo de Sendero Luminoso y la hiperinflación. Kenji, el hijo menor del expresidente de ancestros japoneses, fue suspendido ayer del Congreso por obra del partido que dirige su hermana y que él mismo ayudó a fundar en 2011. Había sido sancionado el miércoles, pero la votación fue anulada por problemas de procedimiento y hubo que repetirla. Él se había marginado del partido de su hermana hacía tres meses, después de que un responsable de la constructora brasileña Odebrecht revelara que había aportado 1.2 millones de dólares a la campaña presidencial de Keiko en 2011. Kenji denunció entonces que el partido ya no tenía “autoridad moral” y sugirió que planeaba crear uno propio para respaldar sus ambicio- nes presidenciales. Pero no tardó en llegar la venganza de su hermana, cuyo partido Fuerza Popular (derecha populista) domina el Congreso. Tres semanas después, Kenji fue acusado de haber intentado comprar votos para impedir la destitución del entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski, lo que condujo a su suspensión. Un legislador del partido de su hermana presentó la denuncia y la sustentó con un video grabado clandestina- mente, cuya difusión condujo en marzo a la renuncia de Kuczynski, algo que Keiko buscaba desde hacía tiempo.
“Aquí tienes mi cabeza”. La guerra fratricida no encuentra tregua, a pesar de los lamentos del patriarca del clan, de 79 años, quien ha dicho que no retornará a la política. En una maratónica sesión con ribetes épicos, los partidarios de Keiko aportaron los votos para que el Congreso suspendiera a Kenji y a dos legisladores aliados.
“Quiero dirigirme a mi hermana Keiko y decirte, bueno, felicitaciones, aquí tienes mi cabeza en bandeja”, dijo Kenji tras ser suspendido. “Lo que se ha vivido el día de hoy ha sido totalmente nauseabundo”, agregó. Ahora, la Fiscalía investigará a Kenji y sus dos aliados por cohecho y tráfico de influencias. Keiko también enfrenta una causa por los supuestos aportes de Odebrecht, que ella niega. Keiko ha guardado silencio, pero previamente se había lavado las manos diciendo que la sanción contra su hermano no era una iniciativa de ella, sino del Congreso, al que ella no pertenece. Queda pendiente que el Congreso se pronuncie sobre un pedido de desafuero y destitución de Kenji, que implicaría que quede inhabilitado para ocupar cargos públicos por cinco o diez años. Esto lo marginaría de la contienda presidencial de 2021, en la que aspira a enfrentar a su hermana. La guerra entre los hermanos se desató el 21 de diciembre pasado, cuando Kenji lideró a 10 legisladores fujimoristas que, desoyendo la orden del partido, se abstuvieron en una votación, evitando que Kuczynski fuera destituido por sus supuestos lazos con Odebrecht.