EL MUNDIAL Y LA NUEVA LIGA
Durante los primeros meses de este año Honduras no disputó partidos internacionales al no encontrarse clasificada para el Mundial en Rusia. Lejos de caer en el de la Fifa, que sirve para conseguir que nos contraten por buenos precios cuando se disputan amistosos, la Bicolor subió algunos peldaños. Muchas veces se mejora en dicho porque las otras naciones no juegan, pero durante las últimas semanas han proliferado los encuentros de preparación y también Honduras jugó dos partidos en los que cayó sin anotar gol en 180 minutos. Más allá de la dolorosa derrota frente a El Salvador, con quien no perdíamos en los últimos cuatro años y ante el cual tenemos una clara paternidad, estas pérdidas provocarán una notable caída en el
la cual todo apunta podría acentuarse en el transcurso del año. Durante los próximos 35 días el mundo del fútbol se preocupará sobre todo por disfrutar de los 64 encuentros del mundial mientras el alicaído fútbol local no toma decisiones científicas sobre el urgente cambio de formato que precisa la Liga Nacional en la que la mayoría de equipos no tienen dinero ni para pagar sueldos a sus plantillas y abogan porque en los próximos campeonatos que empezarán a finales de julio no tengan descenso, lo cual es otra forma de seguir estancados mientras los demás países del área nos van tomando ventaja. O sea que al ya mediocre formato del torneo en el que clasifican 6 de los 10 clubes que disputan 180 del total de 200 partidos que se celebran al año, le quieren agregar esta nueva comodidad que repercutiría en menor calidad del espectáculo y menor concurrencia de aficionados a los estadios. Se acaba de incorporar a la Liga el Infop, nuevo inquilino que ha conseguido el ascenso utilizando técnicas científicas que nos explicó el domingo pasado Danilo Antúnez, un joven directivo que puede aportar mucho no solo al mercadeo y sustento de la Liga Nacional sino también al de la Fenafuth. No solo se trata de cambiar de formato y que no haya descenso “a puro olfato“sino que decidirlo considerando estadísticas trabajadas tecnológicamente, lo cual hace tiempo es muy común en el mundo mientras en Honduras continuamos tomando decisiones en forma empírica.