Fútbol, ceguera provocada
El mundo se encuentra paralizado, pues el evento deportivo más importante del año ha comenzado, me refiero al Mundial de Rusia 2018. Todo el mundo vive y disfruta intensamente desde sus hogares y lugares de trabajo el minuto a minuto de lo que acontece en cada partido, y Honduras no es la excepción. En nuestro país, el fútbol es el sinónimo de felicidad, ya que al final es lo único que une tanto al rico como al pobre; sin embargo, en otras ha generado situaciones de violencia que han enlutado a muchas familias hondureñas. Hasta los niños y los más ancianos se mantienen al pendiente de lo último que sucede en el Mundial, pero ¿es acaso el fútbol el anzuelo perfecto para minimizar todo lo que negativamente nos afecta? Recientemente tuve la oportunidad de presenciar una conferencia que trataba específicamente sobre “La sociología del fútbol”, impartida por un historiador de origen francés, Paul Dietschy. Me interesé bastante en su exposición, pues tocó un tema muy importante: “El involucramiento de la política en el juego de la pelota”, o sea, desde el siglo XIX en los países europeos se vive este episodio que hasta hoy en día sigue teniendo su propio auge en todo el mundo. ¿Qué quiero decir con esto? Bueno, cada vez que dentro del ámbito político sucede algo que afecta o impacta a una sociedad en general se desarrolla en su mayoría un partido de fútbol. ¿Es una exageración de mi parte? No lo creo, si usted lo analiza con detenimiento se dará cuenta de que en Honduras siempre se busca tapar el sol con un dedo cada vez que juega la Selección o se realiza un partido de suma importancia, por ejemplo, el caso Pandora. Es hora de abrir los ojos, de dejar a un lado esos sentimientos tan intensos por un deporte que nos provoca ceguera y nos aleja de las cosas que más importancia tienen para nosotros: nuestros derechos.