Basura y contaminación
El humano promedio es un consumista extremo cuando puede, porque una persona no sabe lo que necesita hasta que se lo muestran, es el dicho de un famoso inventor. Esto es producto de la modernidad, queremos tener el celular más caro y más moderno, asimismo el auto, ropa, y otros productos suntuarios, sin ponernos a pensar en el daño que se le hace al medio ambiente, como los autos que están abandonados en los patios fiscales de diferentes partes del país. Pero qué pasa con aquellos que no pueden darse ciertos gustos, que únicamente compran lo necesario y lo que pueden también son los mayores consumidores en potencia. Hace algunos días salí a comprar un paraguas. Mi sorpresa fue que lo adquirí un domingo y para el martes se había zafado un resorte dejándolo inservible. Luego entré a otra tienda ese mismo martes, porque estaba lloviendo y compré una sombrilla, la cual se me estropeó con el viento al llegar a casa quebrándole las varillas. Debido a mi necesidad decidí comprar otro paraguas, en otra tienda y también se me quebró, cualquiera pensaría que es descuido, aunque en realidad es la mala calidad con la que son elaborados estos productos tan necesarios, debido que a mayor consumo, mayor producción Esto genera fuentes de empleo para muchas familias. Y así en el transcurso de esta semana lluviosa adquirí 5 sombrillas, todas de muy mala calidad que he decidido cubrirme solo con una chaqueta impermeable y una bolsa de nailon para la computadora. Todo esto produce basura que no sabemos a dónde va y que ni siquiera es reciclable, esto contamina el planeta donde habrá más basura que humanos. Tenemos que ser conscientes, estamos hiriendo el planeta con nuestra forma desmedida de adquisición. Exijamos cosas de mejor calidad para lograr un desarrollo sostenible, y que nuestras futuras generaciones puedan disfrutar de las áreas verdes y parques. Es momento de pensar en el ambiente, porque solo un planeta tenemos.