Ascot, el desfile de la realeza
REINO UNIDO. Desde hoy y hasta este sábado, Royal Ascot, situado a diez kilómetros del castillo de Windsor, se convierte en el hipódromo con más glamour del planeta. Esta competición hípica, con más de 300 años de historia, congregará este 2018 a 300,000 personas para ver un total de 30 carreras en las que compiten los mejores caballos del mundo. Están en juego más de siete millones de libras en premios, y también el honor de convertirse en la más elegante de la cita. Con las carreras de Ascot se da el pistoletazo de salida a los eventos sociales de la temporada estival. El mundo vuelve cada año sus ojos a esta cita hípica para admirar los espectaculares sombreros que lucen las invitadas como complemento indispensable del exigente dress-code de un evento que ningún miembro de la nobleza, la clase alta y las celebridades quieren perderse. La reina Isabel II acudió vestida de un amarillo intenso. Quien atrajo las miradas fue la nueva integrante de la familia real: la esposa del príncipe Harry. Meghan Markle, desde hace un mes Alteza Real, estrenó una pieza del mítico sombrerero Philip Treacy y lució un vaporoso vestido de Givenchy que cumplía con todas y cada una de las normas del día: hombros y rodillas cubiertas.
Ausentes. El príncipe William no acudió, ya que estaba cumpliendo con un acto oficial en Liverpool y Catalina estaba con sus hijos.