A pesar de estar preso, Lula es inalcanzable en la intención de voto
El Tribunal Superior Electoral de Brasil tiene hasta el 17 de septiembre para pronunciarse si inhabilita al expresidente
RÍODEJANEIRO. Lapreferencia porLuizInácioLuladaSilvaen las encuestas de intención de voto para las elecciones presidenciales de octubre próximo siguió creciendo pese a que el expresidente brasileño fue condenado por corrupción y está preso desde abril, según un nuevo sondeo divulgado hoy. De acuerdo con el sondeo realizadoporlafirmaDatafolhay publicado por el diario Folha de Sao Paulo, si las elecciones fuesen hoy, el líder socialista recibiría el 39 % de los votos, casi el doble que el segundo candidato mejor ubicado, el diputado ultraderechista Jair Bolsonaro, aquienlaencuesta le atribuye el 19 %. El resultado de Datafolha, hasta ahora la encuesta más completa y amplia realizada de cara a las presidenciales del 7 de octubre, confirma los divulgados por otras dos firmas, Ibope y MDA, en los que Lula aparece con el 37 % de la intención de voto y Bolsonaro conel18%. Laencuestarealizó 8,433 entrevistas y le otorga al líder de la izquierda un 39% de intenciones de voto, frente a 30% que tenía en junio. Ninguno de los otros once candidatos superaría la barrera del 10% en los comicios. Datafolhaconstatóqueelapoyo a Lula creció pese a que el dirigente está en prisión desde abril pasado cumpliendo una condena a 12 años por corrupción confirmada por un tribunal de segunda instancia, lo que, según las normas electorales brasileñas, le impediría aspirar a cualquier cargo público.
entretitulo. “Lula crece por efecto de ‘notoriedad de la marca’” y por “el desconocimiento de la mayoría de los demás candidatos”, Bolsonaro exceptuado, afirma Jason Vieira, delaconsultoraInfinity Assets, recordandoqueellíder delPTmultiplicólosactosproselitistasantesdeserencarcelado en abril, adelantando de hecho la campaña electoral. Lula es, además, una figura centraldeBrasildesdeelfinde la dictadura militar (1964-85). Desde2002, ganódirectamente dos elecciones y otras dos a travésdesuheredererapolítica Dilma Rousseff, destituida en 2016 por el Congreso. “Luladominaelpanoramapolítico desde hace veinte años o más” y “cuando él no figura, la indecisión [del electorado] es muygrande”, sostieneJoséAugusto Guilhon Albuquerque, profesor emérito de Relaciones Internacionales de la Universidad de Sao Paulo (USP). La campaña de Lula evoca sus años de gobierno, de cre- cimiento con programas de inclusión social. “Lula presidente, para que Brasil vuelva a ser feliz”, es su consigna. Y el PTdenunciadentroyfuerade Brasilladetención“injusta” de sulíder, quepurgaenCuritiba una pena de 12 años y un mes de cárcel por corrupción y lavado de dinero. ElComitédeDerechosHumanos de la ONU instó a permitirle participar en la elección, incluso desde su celda, mientras tenga recursos judiciales pendientes. ElTribunalSuperior Electoral (TSE) ha hecho hastaahoracasoomisodeesos pedidos y con toda probabilidad decidirá, a mediados de septiembre a más tardar, invalidarlacandidaturadeLula, invocando una ley que impide a condenados en segunda instancia presentarse a una elección.