Dato
La esposa del Presidente ha lucido en los cuatro años anteriores como primera dama atuendos pintados a mano o bordados en los que se destacan la naturaleza o símbolos nacionales como la Guacamaya.
comenzó hace mes y medio a 1,680 metros de altura en la comunidad de Los Encinos, en las afueras de La Esperanza, Intibucá, adonde Griselda López, una joven lenca de 18 años, comenzó a colocar los hilos en el carretel que fueron tejidos paso a paso hasta obtener la tela con la que se confeccionó cada una de las piezas. El taller adonde trabaja Gricelda es Hilados Los Encinos, propiedad de Saturnino Gonzales, quien desde hace 32 años elabora telas lencas que han sido utilizadas en diferentes diseños y artesanías que plasman el color de una de las principales etnias hondureñas. Este es el tercer año consecutivo que dicho taller viste a los Hernández. Por primera vez, las prendas llevarán aplicaciones bordadas, elaboradas por un grupo de cinco mujeres de la comunidad de Peña Blanca, municipio de Santa Cruz de Yojoa, Cortés, a unos 84 kilómetros de San Pedro Sula. “Nunca pensé que la primera dama usaría algo que bordé con mis manos”, dijo Ana Cruz, tras contar que fueron sorprendidas con una llamada telefónica solicitándoles el bordado para García.