La patria está de fiesta
Un día como hoy, hace 197 años, un grupo de notables ciudadanos procedentes de las diversas provincias del centro de América, entre los que se encontraba nuestro José Cecilio del Valle, deciden romper con la metrópoli española y declarar a estos territorios libres, soberanos e independientes. Nacía así una nueva república bajo el nombre de Provincias Unidas del Centro de América y que comprendía, hacia el norte, desde el actual estado mexicano de Chiapas, y, hacia el sur, hasta la actual Costa Rica. Hubo dos acontecimientos históricos que inspiraron a ese grupo de patriotas a declarar la independencia: por un lado, en 1776, los Estados Unidos de América habían roto su relación de dependencia con Inglaterra y, luego, en 1789, los franceses decidieron acabar con la monarquía absolutista y, en mayo de ese año, iniciaron su gesta revolucionaria, cuyo hecho más conocido y simbólico fue la toma de la prisión parisina de la Bastilla el 14 de julio de ese mismo año. Un día como hoy se cristalizaron los anhelos de una población que se consideraba capaz de regir sus propios destinos, que deseaba disfrutar de sus recursos y tomar distancia de un imperio que tenía su asiento al otro lado del Atlántico y que no conocía en directo la naturaleza real de la problemática de la región. Habían pasado más de 300 años desde aquel 1502, en el que los europeos habían puesto pie en tierras firme americana y ya se poseía la madurez para tomar la rienda del propio destino. España había traído a Centro América su lengua, su fe y su cultura, tres ricos legados, pero ya no era necesaria una tutela que exigía una dependencia política y económica que comportaba más beneficios a la península que a nosotros. Así, aquel 15 de septiembre de 1821, claramente escrito en nuestro Escudo Nacional y en la conciencia colectiva de los hondureños, Centro América y Honduras se independizaban y nacían a la vida soberana. De modo que la patria está de fiesta, hoy es el cumpleaños de Honduras, y así como acostumbramos a celebrar el día de nuestro natalicio personal debemos rendir homenaje a nuestro terruño en este día. Es este, un día en el que, desde que amaneció, sonaron los 21 cañonazos disparados por nuestros soldados, en el que nuestra juventud marcha al ritmo de los tambores y danza al ritmo de sus bandas, en el que los paracaidistas deleitan a miles de espectadores en las principales ciudades y en el que debemos hacer votos por el bienestar, la paz y el desarrollo de nuestro país. Que así sea.