Maestros en tiempos de Google
La“todoLogía” se extiendeyhasta hacecreer que nohaynadaque aprenderdeL maestro.
Muchos pensarán que ser maestro de antaño era más complicado que enlaactualidad. Lasherramientas de investigación a disposición de los docentes y alumnos de hace algunas décadas, eranmuylimitadas. Adquirirlibros, hacerfotocopias, visitar las bibliotecas para buscar durante largo tiempo en ficheros, para llegar con los bibliotecarios y encontrarse con un“está prestado” era parte del díaadía. La posibilidad de contrastarlo dicho en clase con la teoría y las investigaciones seria sera muy reducida. También lo eran los recursos para mantenerla atención de los alumnos: transparencias rígidas colocadas en un proyector yen muy raras ocasiones, un carrusel de filminas para dar un poco más de dina mismo. Los buenos maestros realmente sabían hacer su trabajo para despertar el interés de los alumnos a través de dinámicas de grupos, historias y anécdotas que permitían seguir allí, en la época de las imágenes estáticas, de las video-consolas y poco después, de los discos flexible syloscomp actos. Hoy nos resulta difícil entender la realidad sin tener acceso a internet al alcance del amano, aúnenunpaís como el nuestro, con tantas carencias económicas y con tantas aulas sinparedes, nipupitres, comosise tratara de una visión sur realista. Sí, aún aquí, gracias en gran medida ala telefonía móvil, resulta facilísimo encontrar respuesta preguntando todo al gran señorGoogle,qu ese ha convertido en el buscador por excelencia. La rapidez con la que encontramos la información, imágenes y videos, nos proporciona la seguridad deconocerdetodo, aunqueseaa través de un vistazo. Ser docente en los tiempos deGoog le es una verdadera hazaña, pues si bien ahora es posible encontrar una inmensa gama de recursos para el proceso enseñanza-apren dizaje, también los alumnos creen poseer lavar a con la que les miden. Casi de inmediato, lo dicho por el docente se somete a tela de juicio, curiosamente muchas veces sin importar la fuente de la información consultada en la red. Un paso en falso y la posibilidad decaer en desgracia frente a ojos de niños y jóvenes es grande. La “todología” seextiende, provocando la percepción muchas veces errónea, que no hay nada que aprender del maestro. Para desarrollar el proceso enseñanza-aprendizaje es condición indispensable que ambas partes se revistan de una dosis de humildad, para reconocer que siempre hay algo que a similar y aplicar ala vida. Los maestros y los alumnos de hoy deben hacer uso de los nuevos recursos que provee la tecnología, pero no pueden ser esclavos de ella; más allá de entretener y entretener se, la labor es despertar el interés por el conocimiento. Ser maestro en estos tiempos no es más fácil que en la era pre internet; quizás los recursos de investigación sean mayores, pero los re tos de llenar las expectativas de las nuevas generaciones cada vez más demandantes einformadas, asícomoconmás facilidad es para reducir sus esfuerzos y caer en la tentación del copiar y pegar, son también enormes. Además, hay que cumplir con el perfildesiempre: disciplinapara formar, pero flexibilidad para crear condiciones de inclusión de las diferencias en habilidades, rapidez de aprendizaje o condiciones especiales. Valores como el respeto, la equidad, la solidaridad y la honradez, para dar un ejemplo adecuado a ser imitado. Los maestros dehoy, comolosde ayer; los de los buscadores digitales y los de biblio teca, todosenfrentan y aceptan el desafío de despertar el interés por el conocimiento. “Enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción ”, escribió el pedagogo PauloFreire. Hoy, queenHonduras conmemoramos el día del maestro, celebremos a quienes cumplen ese granpropósito, porencimadelas estadísticas enfocadas en lo cuantitativo, y con el propósito de in fluir en lo cualitativo .¡ Felicidades maestros de Honduras!