El riesgo del retroceso
HAY QUIENES SON NECESARIOS EN SEGURIDAD, PERO COMIENZAN A SER INCÓMODOS CONLA CORRUPCIÓN
En la historia, dicen los que saben, no es frecuente el avance en línea recta. Casi siempre este se produce en zigzag, avanzando y retrocediendo, con impulsos fuertes hacia adelante y con súbitas estancia sin móviles. Progreso y parálisis, avance y estancamiento, parecen ser las variables constantes en los procesos históricos del desarrollo. A veces, cuando creemos que por fin nos enfilamos hacia el futuro y sucumbimos ala ilusión del progreso, de pronto sur gen obstáculos inesperados, sorprendentes emboscadas, imprevisible bloqueo. Algunos les llaman ironías de la historia; otros simplemente las denominan anomalías. De cualquier manera, lo cierto es que suceden y mar can nuestras vidas, para bien o para mal. Los más recientes acontecimientos que han tenido lugar en Guatemala pareciera que son indicios de un retroceso, una súbita re composición de las fuerzas conservador as para detener la ofensiva anti corrupción lanza da desde la Fiscalía General y la Comisión Internacional contra la Impunidad de la Corrupción (Cicig ). Todavía es temprano par avalorar con juicios definitivos el resultado que tendrá esta recuperación de la iniciativa conservador a. Puede que tenga éxito parcial y logre detenerla cruzada contra la corrupción o, puede ser al revés, una maniobra fallida que desencadene otros acontecimientos no previstos y sorprendentes, también un brusco frenazo que se traduzca después en desconcertante impulso; habrá que esperar. Mientras se conoce el des enlace de este capítulo histórico en el país vecino, aquí en el nuestro parece que también se acercan acontecimientos novedosos. La súbita ocupación de las sedes respectivas de los partidos políticos tradicional es, el Nacional y el Liberal, por parte de la fuerza policial adscrita al Ministerio Público, en el marco de las investigaciones del llamado caso Pan dora, ha sido un hecho totalmente impactante en el escenario político local. La costumbre ha sido que sean los partidos políticos los que diseñen, manipulen, distorsionen y pon gana su mezquino servicio las estructuras del Estado, especialmente a los mal llamados cuerpos del orden público. Ha sido el sistema de partidos el que subordina al Estado… y no al revés. Hoy, las cosas sucedieron de diferente manera. Es el Estado, másconcretamente, el Ministerio Público, con el debido acompañamiento d el a Maccihy el respaldo no disimulado de la comunidad cooper ante el que ha intervenido las se desde los partidos ,“asegurado” otros bienes del patrimonio partidario y congelado millonarias cuentas bancarias de re conocidos dirigentes y caudillos nacionales y regionales de los dos partidos políticos tradicional es. La medida, aunque los más informados la veían venir, ha caído como un rayo en cielo sereno dentro del ambiente político. Los dirigentes de las cúpulas partidarias todavía no salen de su asombro ni alcanzan a entender el mensaje final de tales acciones. Incapaces de hacerla lectura correcta delos hechos, se pierden y desorientan en medio de la confusión y el desparpajo. Cuando creían tener todas las respuestas, como suele decirse, alguien vino y les cambió las preguntas .¡ Menuda sorpresa! Y lo cierto es que no es fácil entender de pronto estos bruscos giros de la historia, llámense ironías o anomalías, sobretodo cuando se ha estado acostumbrado aun equilibrio centenario con reglas del juego permisivas y tolerantes ante los constante se insultantes abusos del poder. No es fácil transitar de represora reprimido. ¿Cómo entender esta súbita recuperación de autonomía parcial por partedel Estado– léase Ministerio Público y otros órganos operador es de justicia–frente al sistema político en su conjunto y al sistema de partidos en particular ?¿ De dónde proviene esa energía misterio saque insufla fuerza y sospechoso ánimo a los usualmente amodorrados funcionarios del aparato estatal, reconvertidos de pronto en audaces guerreros del ajusticia criolla? ¿Quién les da el respaldo suficiente para que se atrevan a tocarlas sacrosantas redes de la corrupción instaladas en los engranajes del Estado? Son preguntas tan válidas como acuciantes, pero sus respuestas no encajan con la vieja mentalidad y los estilos de antaño, comunes y corrientes en la denominada “cultura política tradicional ”. Son interrogantes claros con respuestas confusas. Los azorados políticos criollos no lograr discernir con claridad y precisión cuál es el mensaje final de estas acciones. Olfatean que los impulsos vienen de fuera, pero no acaban de entender su significado. No han entendido que las prioridades de Washington están sufriendo breves pero importantes alteraciones, cambios en las jerarquías de objetivos y modificaciones en las lealtad es. Hay quienes siguen siendo necesarios, sobretodo en el área de la seguridad, pero ya empezaron a ser in cómodos, sobretodo en el campo de lacorrupción, a sí de simple.