¿Con qué soñamos?
LO MÁS FÁCILES DESVIAR LA MIRADA, CERRAR LOS OJOS O PONERLOS EN BELLO, PERO LA REALIDAD ESTÁ AHÍ
Soñar, nodormidos, sinototalmente despiertos, como base de la acción creador a, como la posibilidad de ver sea futuro de manera distinta es una acción necesaria para todos. Un gran proyecto debe ser primero un gran sueño .“Si lo puedes soñar, lo puedes lograr ”, es una frase atribuida aWaltDisney, de esasqu ese convierten en fuente de inspiración para muchos. Por eso vale la pena centrar laatenciónenello. Unagranpartede nuestra población tiene luchas tan grandes que librar día a día, que es muy probable que no tenga espacio para otra cosa. Difíciles imaginarse a futuro, en una realidad mar cada por carencias de todo tipo, desde las materiales, hasta las afectivas. En una situación prolongada, donde el reconocimiento de la dignidad humana ha dejado de ser algo común, es más difícil hablar de sueños. La incertidumbre del futuro cercano, el cúmulo de p ro mesaspolitiqu eras incumplidas, la fragilidad del tejido social, hace que la realidad absorba todo y parece que no hay espacio para sueños. Nuestra gente está enferma de realidad, tanto así, que se ha acostumbrado a ella, a veces bajo el riesgo de no percibir el ir respeto de sus propios derechos, especialmente cuando se trata de la población más vulnerable: niños, mujeres y adultos mayores. Muchos deambulan entre nosotros, a ojos vista de todos, unos hacen malabarismos en los semáforos, como una triste representación del o que deben hacer con su propia existencia, otros están en lugares menos accesibles, pero en situaciones igualmente do lorosas. Una de esas tardes complicadas conducía hacia mi trabajo, luego de una reunión. Pensaba en las actividades pendientes, cuando tres niñas de ropas curtidas me sacaron de mis pensamientos. Hacían pobres intentos por lograr entretener con cuatro naranjas y obtener dinero. Observé sussemblantes, casisinexpresión, platicaban entre sí y parecían ignorar al agente, excepto cuando extendían su mano. Un hombre que cruzó la calle, pasó a su lado y les dedicó una miradalasciva. Noseinmutaron, seguramente acostumbrada saque esosuceda. Allí, frenteatodos, en plenavíapública. ¿Conquésoñarán esastresniñas?, ¿quépodránsoñar los miles de niños yjó ven eshondureñoss in acceso a una vida digna? Tal vez contener asegurada su comida, conunjuguete, coniralaescuela, con dormirenunacama. Talvezsueñen conirsedeaquí, despuésdetodo, las val las publicitarias que les rodean les presentan un mundo inaccesible. Y nosotros ,¿ tendremos espacio en nuestros sueños personales para los niños y jóvenes de Honduras? ¿Vemos un futuro distinto para ellos ?,¿ o seguiremos creyendo que es asunto solamente del Estado, de los políticos? Por todos es conocido que tenemos una enorme crisis de nuestra clase política. Una gran parte de ella está demasiado ocupada en temas más relevantes como la regulación de la re elección o en su defensa ante la creciente ola de rumores producto de los escándalos de corrupción. Aunque sea el Estado el principal responsable develar por las condiciones de los derechos humanos de sus ciudadanos y de crear las condiciones parasudesarrollo, esclaroquesus posibilidades–porlasrazonesque sean-son en realidad muy limitadas, pero no solo presupuestaria mente, sino de voluntad. Es pertinente preguntar se nuevamente¿ y nosotros, tenemos en nuestros sueños espacio para los demás, para aquellos que no son familia y amigos, para quienes no conocemos ?,¿ nos planteamos hacer algo para cambiar esa realidad en la que nos encontramos? Lo más fáciles desviar la mirada, cerrarlos ojos o ponerlos en alguna pan tal lita luminosa individual y verlos lindos paisajes de Honduras o de otras latitudes, pero esa realidad seguirá estando allí. Individual mente no podemos cambiar el mundo, pero sí podemos ser la diferencia en el mundo de alguien. Asumamos nuestra responsabilidad, soñemos con nuestro país en otras condiciones, pero también actuemos por hacerlo realidad. Yo sueño con un despertar de la conciencia y hoy he dadounpasomás: locompartícon usted.