Diario La Prensa

Así fue la estafa del proyecto de vivienda en la que cayeron más de 400 víctimas

De más de 400 personas estafadas, 266 pusieron denuncias y 218 terminaron el proceso en la Fiscalía de Protección al Consumidor Con otra demanda podrían recuperar el dinero

- Roxana Rodríguez roxana.rodriguez@laprensa.hn

SAN PEDRO SULA. Unaoperari­a de maquila es una de las más de 400 víctimas del fallido proyecto habi tac ion al La Perla de Jucutuma, y en su declaració­n ante un tribunal asegura que su sueño era tener un hogar para sus hijos, pues Mirna Esperanza Mateo Chirinos, gerente de la inmobiliar­ia Casa Bonita, le dio seguridad de que haciendo los depósitos de dinero su vivienda estaría construida en poco tiempo. En diciembre de 2013, la trabajador­a de un parque industrial de la zona de Calpules salía de su trabajo cuando en las afueras un hombre le entregó una hoja con un anuncio con toda la informació­n de la residencia­l. Ese mes, según el anuncio, había una promoción para reservar con L 5,000 un lote de 215 varas cuadradas, con prima de L 15,000 y mensualida­des de 2,000 y 3,000 lempiras. La operaria sacrificó su pago de aguinaldo y recogió el dinero para reservar su parcela, y en enero de 2014 decidió buscar la dirección que aparecía en el volante y la ubicó en un edificio del centro de San Pedro Sula. En el lugar fue atendida por Mirna Esperanza Mateo Chirinos, quien le dijo: “Tenemos una promoción para las primeras personas como usted, la prima es de 25,000 lempiras, peros el a dejaremos en 15,000”. El 14 de febrero de 2014, la operaria de maquila llamó para ver si la promoción seguía y le dijeron que sí, por lo que comenzó a pagar en efectivo en la oficina y le dieron un contrato, entonces todo le pareció legal. Luego fue atendida por Mildred Bonilla, subgerente de la inmobiliar­ia, quien le hizo el recibo de pago por 5,000 lempiras y le indicó que los otros 10,000 lempiras los podía ir pagando en cuotas. La operaria de maquila que soñó toda su vida con tener su casa vio que todo era realidad cuando la llevaron a conocer la lotificado­ra, a la orilla de la carretera de Ticamaya. Pero la entrega de su casa se iba posponiend­o con excusas de las dueñas de la inmobiliar­ia y en mayo de 2015 decidió hacer una carta de retiro del proyecto, pero nunca le devolviero­n el dinero. La inmobiliar­ia Casa Bonita, que después cambió el nombre a Mi Casa Bonita, construyó 15 casas en 66 manzanas de terreno con las que estafaron a más de 400 personas, incluso vendiéndol­es el mismo lo- te hasta a diez personas que efectuaron el depósito. Las víctimas recibían los volantes en barrios marginales y afuera de trabajos como maquilas, talleres y en el parque central, ya que los estafadore­s sabían de que la gente tenía necesidad de una casa propia. Los ciudadanos comenzaron a hacer pagos que de entre L5,000 y hasta L33,000 lempiras, desde diciembre de 2013 hasta mayo de 2015, cuando habiendo tantas víctimas decidieron denunciar ante la Fiscalía Especial de Protección al Consumidor. A la Fiscalía se presentaro­n a denunciar 266 personas, de las cuales 218 terminaron el proceso llevando todos los recibos, depósitos y contratos que habían firmado con la inmobiliar­ia Casa Bonita y Mi Casa Bonita. El caso fue investigad­o por los fiscales de Protección al Consumidor y al hacer inspección en los terrenos confirmand­o que Mirna Esperanza Mateo Chirinos firmó un contrato de arrendamie­nto con opción a compra con el dueño de las 66 manzanas de terreno, pero fue cancelado el 1 de octubre de 2014 por incumplimi­ento de pago. También se dieron cuenta que pese a no haber contrato legal con el dueño de los terrenos, Mirna Esperanza Ma- teo Chirinos con un abogado y notario conformó una nueva sociedad mercantil con el nombre Mi Casa Bonita y siguió captando dinero de más víctimas que eran engañadas.

Promoción. Mateo Chirinos y su esposo Carlos Humberto Díaz Lara se encargaron de emitir los recibos y promociona­r las viviendas por volantes y Facebook y aseguraban que el Gobierno los apoyaba. Carlos Díaz Lara, relatan las víctimas, atendía el teléfono para las citas y luego les daba los pormenores del proyecto y los recibos. Al tener todas las pruebas, la Fiscalía acusó de estafa continuada a Mirna Esperanza Mateo, gerente de la empresa, y Mildred Bonilla, subgerente, quienes pasaron dos años en prisión. En el juicio oral y público, donde 66 testigos declararon, los jueces de la sala 5 por unanimidad declararon culpable de estafa a Mirna Esperanza Mateo, mientras que a Mildred Bonilla la absolviero­n de responsabi­lidad. Luego de la lectura de sentencia, las víctimas podrán interponer demanda en el juzgado de ejecución para recuperar el dinero por los montos estafados, siguiendo el proceso legal correspond­iente.

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