El noviazgo
Creo que uno de los problemas más graves que estamos enfrentando en nuestra sociedad hoy en día es la poca valoración que se le da al noviazgo. El noviazgo es un período clave en nuestra vida, porque, como comúnmente se le conoce, es una antesala al matrimonio. Si logramos tener un noviazgo exitoso, donde optimizamos nuestra forma de comunicarnos y donde aumentamos el amor hacia la pareja y nuestro conocimiento de la misma, estamos garantizando, en gran parte, gozar también de un matrimonio exitoso, que perdure toda la vida. Obviamente, este logro no lo vamos a alcanzar si vemos en el noviazgo algo sin importancia. Algo que sólo nos sirve para satisfacer nuestros deseos carnales o nuestro gran ego, y nada más. De ahí que se tenga que señalar, que es necesario poner los pies sobre la tierra y entender que el noviazgo no es algo que se instituyó para nuestro deleite o para hacernos la vida menos aburrida. El noviazgo es la etapa en que dos personas deciden conocerse más, pasar tiempo juntos y, lo más importante, deciden amarse fielmente el uno al otro. Es significativo aclarar acá, que amarse no quiere decir, en ningún momento, tener luz verde para las relaciones sexuales entre novios. Y de una vez por todas tenemos que extraernos esa idea errada de la cabeza. Amar significa: un sentimiento intenso hacia la persona que nos completa, alegra y que nos da energía para convivir, comunicarnos y para crear. Por tanto, y en conclusión: tratemos de darle al noviazgo el lugar que semerece. No iniciemos una relación de pareja si no estamos absolutamente seguros de lo que sentimos por la otra persona. Solo si encontramos un perfecto complemento en la otra parte y nuestro sentimiento de amor y atracción es completo, demos el siguiente paso, de lo contrario, sigamos mejor como estamos: solteros y sin compromiso.