DEPORTES Yosmin Barralaga, el jornalero que busca triunfar en el Vida
EL CEIBEÑO El reservista del Vida, oriundo de Atascosa, contó detalles del proceso que ha vivido en busca de su sueño de ser futbolista profesional
LA CEIBA. Detrás de todo futbolista exitoso hay una historia por contar cuando los obstáculos se convierten en esas cosas temerosas que ves cuando apartas tus ojos de tu meta. Dichas palabras se traducen al vivir del joven futbolista Yosmin Barralaga, quien actualmente milita en las reservas del Club Deportivo Vida de La Ceiba. Barralaga es uno de los miles de jugadores hondureños que provienen de una familia con pocos recursos y que buscan en el fútbol un trampolín hacia el éxito. Hace al menos tres años dejó atrás la comunidad de Atascosa, Colón, empacó con rumbo a los desconocido para enrumbarse a un sueño: convertirse en futbolista profesional. “Vine a hacer una prueba con la Selección Sub-15. En eseen- tonces un reclutador me dijo que me iba a traer al Vida, fue a mi casa, habló con mi familia y me vine”, comentó. Sí, el primer paso estaba dado, pero nadie le dijo al defensor lo duro que sería traducido en su ilusión de brillar. Dejó su familia, su carrera (Administración de empresa agropecuaria) para trasladarse a una ciudad desconocida. “El hecho de haber dejado mi pueblo ha sido un sacrificio que he hecho. Estoy solo, sin mi familia, pero sé que un futuro tendré mi recompensa”, dijo entre líneas delgadas. Barralaga proviene de una familia humilde. Eso es el reflejo de su conducta. En sus primeros meses en La Ceiba vivió en al menos tres casas diferentes con personas que se contagiaron con su sueño. Ahora reside en la sede del Vida hace siete meses en donde “ha sido complicado, el apoyo no es mucho”. Dentro de la institución le acompaña un televisor con servicio de cable para distraerse, internet para comunicarse con su familia y una habitación confortable para descansar. Del club no recibe un pago. Su único sueldo es de cien lempiras que es producto de trabajos caseros que hace en su tiempo libre. Duros momentos en lo que a veces quiere tirar la toalla. “No solo una vez, en varios ocasiones he decidido irme porque es complicado, cuando uno mira cosas... ya me quería ir, mi situación es complicada. Me sentía frustrado y sin ganas de seguir. Ahora varias personas me dicen que siga adelante. He pasado hambre por cumplir mis sueños, confiesa. Antetodaestaescena“mimeta es triunfar en el Vida para mejorar mi estilo de Vida y ayudar a mi familia”. Con el paso del tiempo la vida y el fútbol dictarán si le abren paso a este joven de 17 años que está tatuado de ilusión.