Mundanización y espiritualidad
Aunque no ce san las noticias deplorables que muestran las llagas de la Iglesia- escándalos, división interna, autoritarismo -, quiero reflexionar hoy sobre una cuestión que estaría en el origen del o que estápasando. Paraunos, la causa de todo esto es el clericalismo; es decir, el poder del clero, que se ha entendido así mismo como una casta dominante y que se ha dedicado a tapar sus mi serias a cualquier precio. Paraotros, entrelos que figura elc arden alMüller, según una reciente intervención suya, la causa está, por el contrario, en la “mundanización ”; es decir, en la adaptación al mundo, una adaptación, un sometimiento, que empezaría por ser ideológico -aceptan do como bueno lo que el mundo dice que es bueno, por ejemplo, las prácticas sexuales de todo tipo, dentro y fuera del matrimonio-para luego convertirse en práctico, poniendo por obra lo que se había aceptado previamente comoverdadero. Es posible que ambos sector es estén diciendo lo mismo. Nomecabedudade que un cierto tipo de clericalismo está en la raíz de lo quehasucedido. Comohe dicho en varias ocasiones, antes no era excepcional una concepción del ejercicio del episcopado, queteníacomo misión primera y casi única la protección de los sacerdotes y del honor de la institución eclesiástica, eldañoquese pudiera causar a otros, también ovejas del mismo pastor, como los niños, era secundario o incluso insignificante. Esa concepción del ejercicio episcopal fue lo que hizo que sacerdotes depredadores de menores fueran trasladados una y otra vez de parroquia y pudieran seguir cometiendo los mismos delitos; pero esqueesoes, enrealidad, fruto del am un dan iza ción delaIglesia. UnaIglesiaque hubiera escuchado atentamente la Palabra de Dios se habría dado cuenta de que en el triple interrogatorio que el Señor resucitado le hace aPedro, leencomiendaen primer lugar que cuide de loscorderos; esdecir, delos niños.