Diario La Prensa

El poder que nos une

- Ismael Cala WWW. isMaelCala.COM

La muerte de Charles Aznavour me sorprendió escribiend­o esta columna. Enseguida recordé “Venecia sin ti”, una canción que retrata fielmente su impacto universal. Varias generacion­es de latinoamer­icanos disfrutamo­s aquellos éxitos. Aparte de su talento como intérprete y compositor, Aznavour triunfó en nuestros países con la delicadeza de cantarnos en español, al igual que hicieron Nat King Cole, Abba, Laura Pausini, Rafaela Carrá y muchos otros artistas. Todos entendiero­n la fuerza de nuestro idioma en la expansión de sus carreras profesiona­les. No hay dudas de que el español, con más de 500 millones de hablantes, experiment­a una potente expansión y es expresión inequívoca de fortaleza cultural donde quiera que se diga un “hola, qué tal”. Hoy existen programas de radio hasta en la lejana Australia, periódicos hispanos en Londres o Dubái y un enorme mercado de medios en Estados Unidos. Incluso en Jamaica buscan consagrar el español como segunda lengua nacional para facilitar las relaciones comerciale­s con la región. Y en China, el Gobierno acaba de incluirlo en la enseñanza secundaria entre las opciones de lengua extranjera. Sin embargo, el español también enfrenta graves peligros. En el propio Estados Unidos, cierto estigma se cierne sobre nuestro idioma a partir del ascenso al poder de Donald Trump. Una bendición como el bilingüism­o podría empezar a verse como un problema. Hay políticos especializ­ados en crear problemas, cuando supuestame­nte los elegimos para resolverlo­s. En España, por ejemplo, algunas regiones intentan satanizar el español a través de la imposición de lenguas locales en el sistema educativo… y hasta en los hospitales. Es evidente que la solución está en la convivenci­a normalizad­a ¡y en la libertad de elección! En algunos países de América Latina existen lenguas autóctonas que merecen la protección de los Estados, pues constituye­n un poderoso bien de interés cultural. Todas pueden cohabitar con el español, para seguir forjando ciudadanos del mundo. Es evidente que, si se gobierna en conciencia, pensando en el futuro y en las transforma­ciones tecnológic­as y laborales que vivimos, no podemos encerrarno­s en nuestra caracola. Conocer y hablar varias lenguas es una fortaleza, y no una debilidad. En estos días, mientras celebramos el Mes de la Herencia Hispana, el español nos indica un camino de historia, cultura y tradición; pero también de modernidad. Pongamos en perspectiv­a lo que nos une, que es mucho y poderoso.

"elespañol, caminodela hisToria, culTura yTradición, pero Tambiéndel­a modernidad”

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras