Abogado invidente sobrevive del teclado
Sacó fuerzas de su discapacidad para coronar una profesión universitaria que no ha podido ejercer
No obstante haber nacido con la luz de sus ojos apagada, ReynaldoSabillónlogróconvertirse en abogado, pero no se gana la vida litigando, sino ejecutando sutecladoenunrestaurantede San Pedro Sula. Su condición de invidente es una de las causas para que todavía no ejerza su profesión, pero no reniega porque, aparte de deleitar a los clientes del restaurante Pollo Gol del barrio Las Palmas, aprovecha para mandarles un mensaje de amor. Nació ciego a causa de una caídaquesufriósumadremientras limpiaba la casa, por eso pide a lasembarazadasquenoasuman riesgos para que el fruto de su vientre nazca sano. “Nacíalossietemeses. Amimamá le pusieron varias pintas de sangre para que yo sobreviviera, pero no se salvó mi vista”, comenta. Enunadelasmesasdelnegocio coloca su teclado, al mediodía, cuando más parroquianos llegan a comer, para comenzar a ofrecer su música a diez lempiras la pieza. Llegaalnegociocaminandodesdesucasa, localizadaatrescuadras, tanteandosuspasosconel bastónyllevandosuinstrumentoenuna carretametálicapara botellonesdeaguaqueleregaló un amigo. Es una suerte que su casa esté tan cerca, porque en los buses no le permiten viajar con la carreta y su teclado. Gracias a que aprendió a leer y escribir medianteelsistema Braille en la escuelaparaciegos de Tegucigalpa, pudo estudiar la secundaria en el Instituto Tridentino de San Pedro Sula y Derecho en la universidad pública. Refierequenohatenidosuerte enelamor, poresoasus 57años está soltero. Cuando entró a la universidad tuvo la esperanza dequepodíaencontrarunanovia, pero se dio cuenta que “ya no es por amor que las mujeres buscan a los hombres, sino por interés”. Sinembargo, agradece amuchasdesusexcompañeras que le demostraron amistad ayudándole a grabar las cátedras de los profesores. Como abogado conoce sus derechos como invidente. “LaLeydeEquidadyDesarrollo Integralestableceenlosartículosdel31al36, elderechoaltrabajo que tenemos las personas condiscapacidad, perolaleyno se cumple”. En su adolescencia sintió la pasión por la música, gracias a la cual se ayudó a pagar sus estudiosenlauniversidadysigue viviendodeella. Fueaprendiendo a tocar con instrumentos de juguete que le compraba su papá. Aparte del teclado, toca la armónica y la concertina. Entre una pieza y otra, critica a los malos políticos, y recuerda algunos pasajes bíblicos. “Nomaldigasalsordo, ydelante del ciego no pongas tropiezos”, expresa. Dice que hay quienes censuran lo que dice, pero son más quienes le brindan su apoyo.
Al igual que otros pequeños de su edad, Reynaldo jugó fútbol, como también sufrió discriminación, pero ello no afectó su autoestima.