Armas y Biblia, hacia el poder
El capitán Jair Messias Bolsonaro parece ya dirigido a ganar las elecciones del próximo día 28 en Brasil y su campaña avanza a paso firme con una agenda conservadora que incluye liberar la venta de armas y la doctrina bíblica entre sus banderas. Punto más, punto menos, todos los sondeos dicen que Bolsonaro, el líder emergente de una ultraderecha que desempolva el ideario más conservador, será elegido presidente de Brasil con cerca del 60% de los votos, frente al 40% que obtendría Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), formación que gobernó entre 2003 y 2016. Una de las principales ofertas de Bolsonaro es liberar la venta de armas a civiles, para reforzar el combate a una delincuencia que se ha desbordado en un país en el que se registran cerca de 60,000 muertes violentas anuales. También propone reducir la edad de responsabilidad penal -hoy fijada en 18 años- a 17 primero y luego a 16; dotar de “seguridad jurídica” a los policías que maten delincuen- tes en el ejercicio de sus funciones y acabar con la financiación oficial a organismos de derechos humanos. Junto con ello, ha prometido un estricto apego a los principios religiosos, mezclados con proclamas nacionalistas, que resume en un lema de campaña (“Brasil encima de todo, Dios encima de todos”) que sintetiza su convicción cristiana y parte del ideario militar. “A fines de 2014 resolví disputar las elecciones de 2018 y, por tanto, comencé a andar por Brasil y adopté una bandera, que es un pasaje bíblico: Juan 8:32: ‘Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres’”, repite a diario Bolsonaro en su propaganda electoral. En el equipo que prepara su eventual gestión de Gobierno conviven generales, empresarios neoliberales, economistas vinculados a la escuela de Chicago y pastores de las iglesias evangelistas, las que más crecen en Brasil y a las que se ha acercado en los últimos años. En 2016, viajó a Israel y fue bautizado en el río Jordán.