Canasta básica
La canasta básica es la referencia fundamental para conocer, en el nivel base, el oleaje de precios sobre aquellos productos y servicios necesarios en la supervivencia personal o familiar, nada de echar mirada a la calidad de vida, pues ni siquiera aquellos servicios fundamentales quedan cubiertos con el financiamiento de necesidades básicas, salud, educación desplazamientos, etc. El anuncio de la negociación del salario mínimo genera esperanzas en quienes disponen de ingresos apenas para la supervivencia y temor en aquellos sectores productivos más pequeños que apenas alcanzan también para sobrevivir como unidades mínimas empresariales, las micros, pequeñas y medianas empresas, la mayoría de ellas de naturaleza familiar que subsisten al vaivén de la economía nacional, no muy boyante. En el informe mensual de la Dirección General de Salarios de la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social, correspondiente a septiembre, los funcionarios establecen que cubrir las necesidades alimenticias de cinco personas en el hogar tiene un costo de 8,356 lempiras. Como es habitual, las cifras y porcentajes que surgen del ámbito oficial reflejan muy parcialmente la realidad. Aquel principio jurídico de la verdad y toda la verdad no encuadra en los estudios financieros ni en las conclusiones de las estadísticas provenientes de monitoreos, cuyas fuentes son oficinas y no mercados y hogares sobre los que se pronuncian. Hablar de promedio ponderado como resultado del monitoreo de precios está muy alejado del plato diario de muchos hondureños que ven limitada su dieta no solo por la cantidad sino en la variedad de alimentos que no llega a la media docena con repetición a mediodía y noche y que no falten, aunque sea refrito. Por ello a la hora del diálogo, entiéndase negociación, habrá que abrir caminos por los que fortalecer las unidades productivas, multiplicar las oportunidades de trabajo con énfasis particular en la apertura hacia la juventud que inicia su vida laboral, y acercarse a la vida en familia que se las ve y desea para llegar a la quincena o al fin de mes. Y eso quienes tienen un ingreso fijo, porque para muchos otros el sí de hoy es a saber mañana, y no, pasado mañana. En este ambiente, exacerbado y manipulado por pescadores de aguas turbulentas, hay que analizar la masiva migración con verdad no única, sino con varios y distintos elementos que confluyen en la necesidad de afrontar con urgencia necesidades básicas para subsistir, pero también enfocar la calidad de vida en la ruta de la educación, atención sanitaria, convivencia y respeto en justicia, paz y libertad.