¡Gracias!
T ambién los años, sobre todo cuando la marcha diaria es con la historia, son fuentes inagotables de experiencia, información y sabiduría y proporcionan dimensión a futuro, con el respaldo de un pasado en el que los compromisos y las vivencias han dado plena identidad a un medio de comunicación como LA PRENSA que hoy cumple 54 años y cuya mejor credencial son sus lectores que enriquecen también la carta de presentación del diario con la labor cotidiana en televisión y en la rica y múltiple plataforma digital. La tecnología llegó y halló la puerta abierta de par en par para los nuevos, exigentes y novedosos desafíos del diario. Es más de medio siglo en el ajetreado ambiente de la noticia, de la opinión y del entretenimiento 24 horas, 365 días, puesto que los acontecimientos, las noticias, no tienen horario y en su divulgación no hay espera. La hora cierre se limita al impreso, la tecnología proporciona una nueva dinámica que el diario ha asumido con agilidad, reflexión y eficacia para no crear vacío, verdades de “nubes”, sino informaciones confirmadas en fuentes dignas de crédito para evitar plagas como las fake news, tan abundantes en las redes. Del pasado cercano, como presenta en estos días la tragedia del huracán Mitch, o aquella otra más lejana, el Fifí, de la guerra de 1969, golpes, regreso de la democracia, fortalecimiento y tambaleo institucional, anhelos y oportunidades no pocas veces cercenados por la corrupción y tantos otros asuntos del diario vivir de los hondureños, el más completo y detallado documento de la historia moderna se halla en miles y miles de páginas, la primera de las cuales saludó aquel no tan lejano día del 26 de octubre de 1964. Y en cada palabra escrita el sonido de la máquina mecánica; en cada foto, el paso por los químicos en el laboratorio, y en cada edición, la búsqueda de la exclusiva y la primicia. LA PRENSA renueva y fortalece sus principios al reconocer con hidalguía la fortaleza del pueblo hondureño en el mejoramiento de la tardada calidad de vida, la esperanza en la recuperación de los valores cívicos y morales, el masivo esfuerzo por recobrar la convivencia que proporcione las condiciones idóneas para el desarrollo eonómico, el progreso político y el triunfo de la dimensión social sobre ambos. Nuestro diario comparte con la información objetiva, verificada y la opinión moderada las etapas difíciles pero retadoras, como la presente, porque las décadas nos han proporcionado la amistad de los hondureños, a quienes nos debemos, por ello en esta jornada la supervaloramos con un ¡gracias! para todos ellos.