Una mano amiga para los necesitados
Doris Aída Fonseca es la fundadora de Manos Amigas para Bendecir, adonde reciben a niños y jóvenes de escasos recursos Imparten clases y ofrecen alimentación a 50 menores
COMAYAGUA. Desde las 6:00 am, Doris Aída Fonseca junto con su esposo e hijos se preparan para llegar a las instalaciones donde provisionalmente funciona el proyecto Manos Amigas para Bendecir en el barrio Suyapa de Comayagua. Este proyecto nació hace ocho años para ayudar de forma gratuita a niños y jóvenes de escasos recursos de los sectores del cerro El Nance y Brisas de Suyapa, proporcionándoles alimentos y educación. Doris Aída Fonseca, fundadora del proyecto, dice que hace unos ocho años Dios puso en su corazón ayudar a ese tipo de personas al observar muchos niños en las calles sin alimento y educación, brindándoles inicialmente comida en su propia casa a 15 menores necesitados, los que en poco tiempo se convirtieron en 35. “Dios nunca nos ha abandonado, pese a que hemos tenido muchas carencias. Hemos ido creciendo y ahora tenemos 50 niños que atendemos en un inmueble
PROYECTO.
prestado por la Municipalidad donde no pagamos nada, pero con el compromiso de brindarle mantenimiento”, indicó. La Fundación de Obras Sociales Vicentinas ( Osovi) entregó el premio Quetglas 2018 a Doris Fonseca, quien dijo que nunca se imaginó que hubiese personas e instituciones que estuvieran al tanto de lo que están haciendo por los más necesitados.
Manos Amigas para Bendecir, a través de un comedor infantil, asiste con alimentos a 50 menores, educa en primaria a 315 alumnos, de séptimo a noveno grado a 719 jóvenes y en Bachillerato en Ciencias y Humanidades a 24 personas. “En el área educativa no pagan nada, se les aporta con los libros. 11 maestros, entre ingenieros y licenciados en Matemáticas, Español y di-
ferentes áreas, les imparten clases de forma voluntaria. Los alumnos que pueden realizan una aportación simbólica de 50 lempiras y los que no pueden no se les cobra y les seguimos apoyando”. La fundadora del proyecto expuso que una de sus principales carencias es la de no contar con su propio edificio y de personería jurídica, puesto que por falta de recursos económicos se encuentran privados de ambas. Fonseca aprovechó para pedirle a la Secretaría de Educación que “nos ayuden con un proceso digno de matrícula”. La profesora Consuelo Aguiluz, quien desde hace tres años y medio imparte clases, expresa que ha tenido una “experiencia hermosa con estos jóvenes necesitados”.
"el premio quetglas nos da fuerzas para seguir adelante ayudando" DORIS FONSECA Fundadora