Capturan a dos hombres acusados de extorsión
Dos jóvenes cayeron en posesión de más de 100,000 lempiras. Las autoridades los sindican como pandillero de la 18
TEGUCIGALPA. Con 136,000 lempiras en efectivo y la presunción de ser pandilleros de la 18 fueron capturados dos jóvenes por agentes de la Fuerza Nacional Antimaras. Marco Tulio Ordóñez Vargas (de 24 años) y Fredy Josué Alvarenga Gavarrete (de 24) residen en la aldea Cerro Grande del Distrito Central. La detención de los supuestos pandilleros se ejecutó en la aldea Cerro Grande, y según la Fuerza Nacional Antimaras ambos son administradores de la pandilla 18 y responsables de provocar desplazamientos forzados de familias que habitaban en la colonia Santa Teresa.
Decomisos. Los detenidos serán remitidos al juzgado correspondiente por suponerlos responsable de extorsión y lavado de activo. Durante la captura les confiscaron cuatro celulares de distintas marcas y dos cuadernos en el que supuestamente llevaban control de los cobros de extorsión y pagos a pandilleros de la 18. Según las autoridades, los detenidos y sus compinches tenían asediados a los pobladores de la colonia Santa Teresa. Fredy Alvarenga y Marco Ordóñez fueron enviados a la Fiscalía correspondiente para que respondan por los cargo que se les imputan.
Situación. Esta semana, una familia de comerciantes se vio obligada a abandonar el inmueble en el que durante mucho tiempo funcionó su pequeño negocio en la colonia Santa Teresa, aparentemente por el hostigamiento de las pandillas. Con todos su mobiliario subido en un camión de mudanzas, la familia fue forzada a salir del lugar y buscar otro sitio donde vivir, a pesar de que lo negaron en todo momento, presumiblemente por temor a represalias de los pandilleros. Mientras se daba el traslado de sus cosas, militares rodeaban la casa y los vehículos, señal de que en efecto la familia corría peligro en el lugar. El viernes 26 de octubre, sujetos armados llegaron hasta el negocio y habrían atacado a disparos a una señora que fue llevada al Hospital Escuela. Se presume que el motivo de los hechos suscitados en la colonia se debió al cobro de la extorsión; sin embargo, los familiares dijeron que no fue así. Esa zona de la capital ha sido una de las más asediadas por las maras, prueba son las casas abandonadas en dicha colonia, de las cuales su originarios dueños tuvieron que salir huyendo de las amenazas de mareros.