ANALISTAINVITADO
El voto hispano
El voto hispano, considerado por años un gigante dormido, dejará ver el próximo 6 de noviembre si ha despertado como un bloque contra los “ataques” del presidente de EEUU, Donald Trump, o se mantiene como la gran minoría heterogénea que muchos dicen que es. Ben Monterroso, director ejecutivo de Mi Familia Vota (MFV), aseguró a Efe que están despiertos y trabajando fuerte pese a que “el sistema político, los partidos, los líderes de opinión, los candidatos” no los están “involucrando”, lo que, dijo, se evidencia en que más del 40% de los elegibles para votar no se ha registrado para hacerlo. El activista indicó que los latinos se han inscrito en números “récord” en estados como Arizona, California, Colorado, Florida, Nevada y Texas para votar en las legislativas y que hay un destacado número de jóvenes y mujeres, y todo ello a pesar de que han sido ignorados por las campañas políticas. Monterroso manifestó que eso lo llevó a lanzar por estos días una campaña “inusual” para este grupo sin ánimo de lucro que exhorta a los latinos a rechazar en las urnas “la retórica xenófoba y las políticas” del presidente Donald Trump y de sus aliados republicanos en el Congreso. Con el nombre de “Trumpadas”, que alude a Trump y las “trompadas” o bofetadas que, aseguran, ha dado a los hispanos, MFV dice que busca incentivar el voto latino durante las últimos días de campaña. Aunque Trump no está en la papeleta, su partido se juega en estas elecciones la mayoría que goza en el Congreso, donde se elegirán los 435 escaños de la Cámara baja y un tercio de los 100 asientos del Senado. Monterroso reconoció que los hispanos no sienten que tienen “el poder del voto” en sus manos, en parte debido a la desilusión que les genera la política en sus países de origen. Monterroso criticó que los partidos están acudiendo a la comunidad latina “como alguien que los puede salvar en el último minuto”, cuando debe ser un esfuerzo consistente y no solo cada dos o cuatro años.