Juntos contra la malnutrición
Opinión
El número de personas con hambre aumentó por tercer año consecutivo en América Latina y el Caribe. Ha superado los 39 millones de personas. Además, casi uno de cada cuatro adultos eso beso, mientras que el sobre peso afecta a 250 millones. Más que la población completa de Brasil. Por esto, por primera vez cuatro agencias del sistema de Naciones Unidas–FAO, OPS/OMS, UNICEFy WFP– nos hemos unido para publicar el Panorama de la seguridad alimentaria ynutric ion al de América LatinayelCaribe2018. La edición de este año se centra en la des igualdad, un tema fundamental para la región. La des igualdad contribuye al hambre ya las distintas formas de malnutrición. En América Latina el 8.4% de las mujeres se encuentran en situación de in seguridad alimentaria severa, en comparación con el 6.9% de los hombres. Endiezpaíses, el20% de los niños y niñas más pobres sufren tres veces más desnutrición crónica queel20% másrico. Laspoblaciones indígenas sufren mayor in seguridad alimentaria que las no indígenas, y las poblaciones rural es tienen mayores índices de pobreza que las urbanas. Sin encarar la des igualdad en la seguridad alimentaria yen la nutrición, no podremos cumplir el compromiso que hemos adoptado de no dejara nadie atrás, establecido en la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030. Es necesario entender por qué la desnutrición, la carencia de micronutrientes, elsobrepesoyla obesidad afectan más alas personas de menores ingresos, alas mujeres, a los indígenas, alosafrodescendientes ya las familias rural es. Sobre todo, debemos actuar de manera diferencia da para asegurar que estos grupos sociales y las poblaciones de los territorios rezagados también puedan cumplir su derecho ala alimentación. Las cuatro agencias y programas que hemos producido juntas el Panorama de este año estamos convencidas que es perfectamente posible transformar los sistemas alimentarios para garantizar una mejor alimentación para todas las personas, de forma más sostenible y adaptada al cambioclimático. Hoyentendemos que necesitamos acciones en la producción, el comercio internacional, el procesamiento y la comercialización de productos para disponer de alimentos saludables. Podemos trabajar para mejorar los entornos, de manera tal que faciliten el acceso aalimentossanos, yfomentar prácticas que ayuden alas personas a tomar decisiones de consumo más informa das y responsables. Es posible cambiar el rumbo actual de la región para volver a acelerar el progreso hacia la meta de erradicar el hambre y todas las formas de malnutrición del Objetivo de Desarrollo Sostenible2. Paraello, loquemás necesitamos es recuperar un mayor compromiso político con la erradicación del hambre y todas las formas demalnutrición. Algunosgobiernos ya están poniendo en práctica una nueva generación de políticas para atenderlas especificidades de los grupos más rezagados. También se estánaplicando, porprimeravez, políticas públicas innovadoras para reducir el sobre peso y la obesidad. Para que estas políticas sean exitosas, necesitamos la participación de todos los actores sociales. Juntos debemos pensar en formas de actuar más responsables con la sociedad y con el ambiente, desde los productores hasta los consumidores. Juntos podemos construir sistemas alimentarios que aseguren la alimentación adecuada en el presente yen el futuro. Juntos podemos garantizar una vida saludable para todas las personas y convertir nos en la generación hambre cero.
Podemos garantizaruna vidasaludable yconvertirnos enlageneración hambrecero