Cuento del milenio

Honduras ha fracasado por noveno año consecutivo en su intento de acceder a los beneficios de la cuenta del milenio. Es lamentable que en lo sindicadores más importantes quesee valúan para ser sujetodelacuenta, comoser el combate ala corrupción y la transparencia ene luso de los recursos, estamos completamente reprobados. La verdad hay que mostrar la entodosucuadro, nocomo un rotativo nacional que tituló que Honduras había aprobado en 11 puntos de la gestión, sin mencionar que habíamos re probado en los restantes 89. Tenemos un Estado fallido que espobrísimo en transparencia pero campeón de pesos pesados en corrupción, de hecho, y para mostrar números, son 750 millones de dólares los que el país ha dejado de percibir para inversión social ante esta debacle económica. De allí que hablar de que estamos mejorando y que el país va en la dirección correcta no es más que el mismo cuento milenario que ya nadie cree, esa falacia no es aceptada por el campesino que trabaja mucho más del o que percibe, no es creí da por el profesional que una vez graduado entra en la cruel realidad que no hay espacios de trabajo y, sobretodo, acceso a capital es blandos paras usemp rendimientos. “Que vamos en la dirección correcta” es un cuento de camino real que se desvanece cual neblina cuando entramos a los centros hospitalarios públicos y los medicamentos son ausentes permanentes, el supuesto desarrollo es un cuento del milenio cuando indagamos en el sistema educativo que tiene a los maestros muy mal paga dos ya los niños enelolvido. Los cuentos y leyendas de Honduras se quedan cortos en sus inducciones de entelequias fantasmagóricas cuando observamos el escenario real que asusta de un país que literalmente se precipita en el despeñadero oscuro del subdesarrollo empujado vio lentamente por la corrupción y la desconocida transparencia.