Enfrentamiento entre policías y trabajadores de crematorio

Familiares de los recolectores de basura piden que les paguen los salarios atrasados La comuna debe dos meses a contratistas

LA CEIBA. Un intento de desalojo de una toma que mantiene paralizado desde hace cinco días el acceso al crematorio municipal de La Ceiba terminó ayer en un enfrentamiento entre policías y un grupo de personas que exigen el pago de salario atrasados a los recolectores de basura. En enfrentamiento se inició cuando las fuerzas del orden intentaron liberar el paso hacia el botadero municipal, el cual desde este jueves está tomado por familiares de las personas que trabajan con los contratistas a los que la alcaldía les paga por recoger los desechos sólidos en La Ceiba. Los dueños de los camiones junto con la comisión municipal se trasladaron cerca de las 11:00 am al sitio en la colonia Los Laureles para informar a los manifestantes los acuerdos que habían logrado en una reunión celebrada más temprano. La propuesta era que para el próximo viernes la alcaldía les pagaría un mes de los dos que se les debe a los contratistas por la recolección de la basura, y que estos les pagarían a sus empleados al tener el dinero. Pero no fue aceptada por los manifestantes, quienes seguían en su posición de esperar hasta que se les pagara a sus parientes los salarios atrasados. Desde horas de la mañana, un grupo de agentes de la Policía Nacional y de la Policía Municipal se trasladó hasta la toma para asumir el control del lugar una vez que se lograran los acuerdos, pero esto no sucedió y las fuerzas policiales ejecutaron una orden de desalojo, iniciándose así una batalla en el este sector. Los manifestantes fueron dispersados con bombas lacrimógenas, pero estos respondieron con piedras a los agentes desde las partes altas de esta colonia asentada entre cerros. La situación se volvió tensa, ya que en el lugar había niños y algunos salieron afectados por la emanación de gases de las bombas disuasivas. El enfrentamiento se salió hasta la carretera CA- 13, adonde muchos carros que transitaban sufrieron daños por la gran cantidad de piedras lanzadas por los manifestantes. Al final, las autoridades retrocedieron para evitar una mayor confrontación. “Hay dos policías lesionados, vamos a tomar la determinación que el caso amerita para solucionar este problema. Nosotros sola dábamos un acompañamiento, no se esperaba la reacción de estos ciudadanos, pero se van a tomar las medidas a solventar, y hago un llamado a las per- sonas que están involucradas en este caso que traten esto mediante el diálogo”, aconsejó el subcomisionado Lorenzo Pineda, jefe de la Unidad Departamental de la Policía en Atlántida.

Acuerdo. La alcaldía y los contratistas firmaron un acuerdo de seis puntos para suspender la toma. “De parte de la alcaldía, el compromiso es pagar uno de los dos meses atrasados a más tardar el 16 de noviembre de este año. A los contratistas, esperar el pago para el día convenido, y transmitir dicho convenio a sus empleados”, explicó Reinaldo Escobar, gerente de la comuna ceibeña. El funcionario aclaró que “las personas que están en la toma no tienen una razón contractual con nosotros”. “Estas personas no son empleadas de los contratistaa, son gente ajena al contrato de los trabajadores. Estamos pagando puntualmente, incluso tenemos un ahorro para abonarles cuando tenemos un atraso en los pagos de la alcaldía”, dijo Vidal Flores, uno de los contratistas del servicio de recolección de la basura. Yamileth Méndez, una de las manifestantes, dijo: “No nos vamos a mover hasta que nos paguen, no tenemos qué comer, y a nuestros maridos les deben más de dos meses de salario”. Ayer las autoridades municipales buscaban una solución a este conflicto con el adelanto del pago de 1.6 millones de lempiras, que es lo que se les cancela mensualmente a los recolectores de la basura para que estos les paguen a sus trabajadores.

Basura acumulada Unas 700 toneladas de basura se han dejado de recoger en toda la ciudad, producto de la toma del crematorio que ayer cumplió cinco días.

Primera crisis Esta es la primera crisis que enfrenta el alcalde Jerry Sabio en sus casi 11 meses de haber asumido el mando de esta ciudad, que lleva años lidiando con este problema.