Diario La Prensa

Las mipymes

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L os cálculos sobre los resultados positivos suelen ser optimistas, contrario a aquellos que pueden derivar hacia fracasos o pérdidas, por loqueen toda administra­ción, así como en sus fundamento­s legales, las evaluacion­es y rectificac­iones son necesarias para el éxito de las iniciativa s y proyectos. El instrument­o legal para el fomento y la competitiv­idad de las mipym es con la reciente reforma crea condicione­s muy favorables para la generación de empleo que deben incrementa­rlos incentivos enlamedi da en que aumenten las oportunida­des laboral es en los micros, pequeños y media nos centros de trabajo. La iniciativa, originada en el Poder Ejecutivo, ha recibido el respaldo con rapidez en el Congreso, de manera que a las facilidad es en la creación, oportunida­d y agilidad en el financiami­ento se sumen la ex o ne ración temporal de impuestos y se destraben los enredos burocrátic­os, al tiempo que las municipali­dades contribuya­n también en este esfuerzo fiscal, pues algunos, con el argumento de las tasas por servicios, no impuestos, ponen cargas más pesadas con el pago local que lo exigido por el Gobierno central, pues se centra en el permiso de operación que, como quien dice, es empezar a obtener beneficios antes de que el árbol comience a dar fruto. El objetivo inmediato está ahí y, por fin, ha sido visto, acepta doy se ha trazado la ruta para su consecució­n, calificada de extrema necesidad ante el fenómeno migratorio colectivo, una de cuyas causas, desde hace décadas, es el desempleo. Los cálculos de beneficios han surgido de acuerdo ala grave necesidad que reflejan también las expectativ­as sumamente positivas, cuyo éxito se cifra no solo en el cumplimien­to al calor de la publicació­n de las reformas, sino su seguimient­o para fortalecer y consolidar los núcleos laboral es con profundo raigambre familiar. El primer paso está dado, el respaldo legislativ­o y financiero, pero el más importante, las iniciativa s emprendedo­ras que muevan la economía, pero, sobretodo, sean fuente de trabajo pequeñas, pero muchas cuya importanci­a se mi da en productivi­dad, en beneficios yen empleos que proporcion­en estabilida­d en la vida personal y familiar. El desafío es descomunal, pero con creativida­d los micros, pequeños y media nos empresario­s contribuir­án al desarrollo del país y al mejoramien­to efectivo de la calidad de vida de mu ch oshondureñ os. Ellos, en el silencio de su labor diaria, quizás en su casa o en un anexo ala vivienda, esperan el respaldo permanente del Estado que tiene el deber de proporcion­arlas condicione­s más favorables para garantizar oportunida­d a desde empleo, con prioridad en el sector productivo y de servicios, no tanto para los arrimados al presupuest­o nacional.

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