Cambios en diciembre
C uando el río suena piedras trae, reza el refrán popular. Y todo parece indicar que el presidente Hernández ha decidido hacer cambios en su gabinete en virtud de la situación en que importantes esferas de la vida nacional se encuentran. Por ejemplo, la situación en educación es grave. Marcial Solís, secretario de Estado, con larga experiencia en el sector educación y asesor del Presidente en estos temas desde que este fuera presidente del Congreso, parece no estar dando el ancho. Solís es un hombre honrado, que suele hablar tal vez con demasiada sinceridad y transparencia, pero que no ha sabido por dónde comenzar para dar el salto que el sistema necesita. Encima, en la comisión nombrada para ayudar en este caso hay, tal vez, dos personas entendidas en la materia, mientras otras nadie sabe cómo llegaron hasta ahí. Y hay prisa. El panorama social y político requiere propuestas y soluciones rápidas. La educación gubernamental en los niveles primario y medio cada vez tiene mayores dificultades para estar a tono con la mejor educación privada, de ahí que la proliferación de la oferta no gubernamental ha convertido al sistema en algo imposible de supervisar con eficiencia. Siempre, a finales de año, es normal que todos los ministros le pongan la renuncia al mandatario, quien evalúa quiénes le han cumplido y qué otros están en deuda para tomar una decisión. El problema con cinco o seis ministros ya se hizo público, incluso en la preconvención nacionalista se tocó el tema, pues “el presidente Hernández trabaja siete días 24 horas, mientras que algunos secretarios de Estado solo trabajan cuatro días y solo seis horas”, expresó el vicepresidente del Congreso Nacional, Antonio Rivera Callejas. Ya solo resta esperar: estamos a 46 días del cierre del año, y en ese lapso el mandatario tomará la decisión para enrumbar el camino en algunas dependencias que no están dando el ancho. Las cabezas amenazadas nohan sido capaces de hacer realidad las promesas del Presidente, de modo que él no tiene otra opción que escoger entre su gente a otras que lo secunden con la prontitud que la realidad requiere. El 2019 es un año clave, y el país debe enfocarse en mejorar la calidad de vida de los hondureños generando empleo masivo, ampliando la cobertura en salud con atención de primera para todos en todos los hospitales, elevando los estándares en educación y continuar mejorando el gran trabajo que se ha hecho en seguridad.