Lo que se puede hacer
* Uno también puede tener “citas” con su pareja y quedar que en determinados momentos se comparte la cercanía, ya sea para hacerse masajes o para tener relaciones, y de ese modo “evitar que la distancia se vaya convirtiendo en una costumbre”, advierte Friedhelm Schwiderski.
* Si una pareja decide tener camas separadas, puede buscar otros caminos para el encuentro. No sólo por cuestiones sexuales, sino también para tener contacto físico. Algo crucial: apagar la tele.
* Si el apagar la TV no ayuda, se puede recurrir a la ayuda de un terapeuta que dé una mano para ver qué tan importante nos son estas necesidades. Nadie tiene que tenerle miedo a la opinión del otro, apunta Hans-Günter Weess. ”Creo que las camas separadas están cada vez más aceptadas”.