“Corea del Sur bebe el café de Santa Bárbara”
a los productores aprender a reconocer el valor de su café. La proyección de Oro de Santa Bárbara es traer compradores muy buenos de otros países. El proyecto es un enlace entre buenos productores y buenos compradores. El beneficio y ventaja para el productor es la ganancia que obtiene. Ganan más porque venden el café a un precio mayor a un comprador internacional sin la participación de un intermediario.
¿Por qué escogieron a Santa Bárbara?
Una de las razones es que tengo muchos amigos allí. También en Santa Bárbara ocupaban a una entidad neutral, entre productores y exportadores, para mejorar las condiciones de los productores. En este proyecto, la Cámara de Comercio de Santa Bárbara nos ha apoyado para desarrollarlo. Oro de Santa Bárbara es una competencia de pequeños caficultores que producen pequeños volúmenes, lotes pequeños. Ellos se conectan con pequeños compradores de Corea del Sur. Además de Corea del Sur, participan unos 25 compradores de diez países. Son dueños de pequeñas cafeterías, pequeñas tostadurías, que tienen su propia marca. Tienen una gran reputación en sus países por vender buenos cafés.
¿Cuál es el futuro de los productores que participan en esta competencia?
El productor que participa en Oro de Santa Bárbara adquiere una relación con el comprador y esa relación deseamos que la mantengan. Queremos que el productor mantenga la calidad de la taza de café que está produciendo. El productor ganará y el consumidor o el cliente ganará también.
¿Cuáles son las características detectadas en el café de Santa Bárbara?
Santa Bárbara es diverso en cuanto al perfil de la taza. Es un lugar perfecto para que lleguen personas compradoras porque hay tantas variedades. Hay para varios perfiles de clientes.