Ciudad flotante
Que si cárceles, que si muertos, que si juicios, que si Odebrecht, que si reformas electorales, que si partidos políticos, etc. etc. Sin olvidar ni tratar de minusvalorar las consecuencias y secuelas de todos esos asuntos, centremos en otro hecho real, actual y de impacto, no nimiedad, materia de entretenimiento y, en la era de la tecnología, acumulación en las redes sociales. Nos referimos a la llegada a Roatán del crucero Symphone of the Seas, el mayor del mundo, con más de seis mil viajeros y dos mil tripulantes. La evaluación del impacto por la llegada de turistas se concentra frecuentemente en las finanzas, sin embargo, aunque es muy importante el ingreso de divisas, lo es más la impresión favorable de la visita y el aprovechamiento de la estancia durante 12 horas para disfrutar de las playas, realizar deportes marinos y adentrarse en la barrera de coral. A la riqueza natural hay que sumar como elemento clave para el disfrute de los viajeros: el personal capacitado y diligente en la atención. Total que el éxito por la llegada del mayor crucero del mundo abre más las puertas de Islas de la Bahía al turismo internacional que, como este de la ciudad flotante, se convierten en eficaces mensajeros de nuestro país en su territorio insular. La industria sin chimeneas intenta abrir camino pese a los enormes obstáculos no tanto burocráticos administrativos, sino del ámbito de la imagen de nuestro país sobre el que se acumulan los problemas de pobreza, desempleo, inseguridad, infraestructura, vial y hotelera. Congresos, foros, reconocimientos, todos ellos con el calificativo de turísticos, buscan actualizar, fortalecer, despejar e identificar nuevas rutas para los viajeros, tal como se está haciendo exitosamente con el turismo para asistir a encuentros relacionados con el negocio o actividad a la que se dedica el visitante. San Pedro Sula mantiene un lugar destacado en este rubro con una agenda anual completa, lo que se ve favorecido por la industria hotelera preparada para ello. Pero es que además, la capital industrial del país es centro con lugares cercanos para el turismo arqueológico, rutas de aventura en el área rural y distracción o descanso en playas del Caribe. Turismo es una industria de riqueza cultural, de superación y conocimientos, de convivencia y entendimiento, cuyo eje radica en la seguridad, en la paz y el excelente servicio a quienes nos visitan, que regresan al crucero para seguir la travesía con el grato recuerdo de unas horas en un paraíso al que se desea regresar.