Partido Liberal en crisis
“la desaparición del partido liberal no es buena para la democracia hondureña”
Durante gran parte del siglo XX y lo que va del XXI, el Partido Liberal de Honduras se alternó con el Partido Nacional la Presidencia de la República, siendo su último presidente constitucional Manuel Zelaya Rosales, quien fue expulsado del poder en 2009 por promover la ilegal cuarta urna a través de la cual pretendía allanar el camino a una Asamblea Nacional Constituyente que lo perpetuara en el poder. La crisis de 2009 que tuvo como principales protagonistas a Zelaya, al entonces presidente del Congreso Nacional Roberto Micheletti y al jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras, Romeo Vásquez Velásquez, significó el resquebrajamiento más significativo que ha sufrido el Partido Liberal en su historia desde su fundación en 1891, y con ello el surgimiento del izquierdista Partido Libertad y Refundación (Libre), conformado por miles de liberales y líderes sindicales que condenaron y se opusieron en las calles al golpe de Estado contra Zelaya. Al Partido Liberal se le atribuyen grandes conquistas sociales, como la creación del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), la derogación del servicio militar obligatorio, el décimo tercero y décimo cuarto mes de salario, el proceso de reforma agraria, el Código de Trabajo y otras grandes reformas sociales en materia educativa y de salud. En las últimas elecciones de 2017 sufrió su peor revés en las urnas de la mano de Luis Zelaya Medrano, un catedrático universitario y neófito en política, que lejos de fortalecerlo lo llevó a colocarse vergonzosamente como la tercera fuerza política del país. Hoy nuevamente, el Partido Liberal se encuentra sumido en una nueva crisis interna, pero esta vez debido a las purgas y las luchas intestinas entre Zelaya Medrano, el expresidenciable Elvin Santos y el expresidente Carlos Roberto Flores, quienes se disputan su control. Aunque muchos lo celebren, la desaparición del Partido Liberal no es buena para la democracia hondureña ni para el sistema de partidos, sus líderes deben dar una muestra de cordura, tolerancia, diálogo, respeto y de renuncia a intereses particulares para enrumbar al partido de las grandes conquistas sociales y colocarlo como una opción real para las próximas elecciones.