Del G20 al desarrollo rural (primera parte)

El comercio multilateral ha fallado en sus objetivos. Eso no lo digo yo, lo dice el G20, es decir, las 20 economías más desarrolladas del planeta en su declaración final luego de reunirse en Buenos Aires, Argentina, para analizar el contexto global de la economía mundial. Los líderes mundiales al menos han sido francos al reconocer que no todo es perita en dulce en cuanto a desarrollo. La evidencia más clara de eso es la creciente pobreza y desigualdad a lo largo del mundo, especialmente en este lado del planeta, donde los retos en salud, educación y seguridad son cada vez más acuciantes al amenazar de manera frontal y directa el pequeño progreso alcanzado por la democracia en las últimas tres décadas. Amparados en la Agenda 2030, las economías más poderosas del orbe reconocen que todavía hay problemas serios para alcanzar un desarrollo justo y sostenible en la mayor parte de las economía sen desarrollo, como la de Honduras. Enestesentido, para nuestro país esa cumbre deja una oportunidad que debemos aprovechar, re conociendo primero el enorme déficit que tenemos con el ámbito rural, con lo regional, donde la pobreza, el desempleo y la destrucción ambiental campea a simple vista. Nuestros líderes deben aprovechar el momento para relanzar el desarrollo de comunidades olvida das por el centralismo arrollador del neoliberalismo. Deben comenzar por botares a idea de que lo rural solo sirve para los votos cada cuatro año o solo para desarrollar proyectos mineros o hídricos que solo benefician al gran capital y dejan pobreza eterna y destrucción del ambiente del campo. Deben darse cuenta de que el gran potencial del país está en lo rural, pero no como un eslogan de temporada electorera, sino como una realidad concreta. Esta cumbre del G 20 es la gran oportunidad para que los líderes comiencen a pensar que la agricultura sostenible no solo es un concepto académico para atraer pequeños proyectos de organismos decooperación, cuyolegadoesel asistencia lismoy la dependencia. FREDYTEJADA