Méxicano y mujicano
Dentro de lo poco rescatable de los mandatarios de los últimos años de Latinoamérica, es sin duda el expresidente uruguayo José Alberto Mujica Cordano, durante los años 2010 y 2015, quien gobernó para el pueblo con las manos limpias. Y hasta el presidente de México, Enrique Peña Nieto le entregó el galardón “Águila Azteca” en el año 2014, por su buen ejemplo. La pregunta de los latinoamericanos y en especial de los mexicanos, ¿Andrés Manuel López Obrador, el nuevo presidente de México, será otro Mujica? Pues lo anunciado en su toma del poder el pasado sábado uno de diciembre por López Obrador, empezando por la venta del avión presidencial, nos recuerda el automóvil en que se transportaba el expresidente Mujica, un tradicional Volkswagen, conocido como “cucarachita”. Además, impresionante al confirmar AMLO, que su salario será el 40% de lo que ganaba el gobernante saliente y esto nos recuerda los 1,500 dólares mensuales que era el salario de Mujica. Curioso pero cierto, estos dos veteranos líderes de tendencia revolucionaria tuvieron que esperar décadas para poder llegar a ocupar el sillón presidencial de sus países del sur y del norte. Los 129,163.000 mexicanos esperan que las promesas anunciadas por su nuevo presidente se cumplan, pues han sido castigados por los diferentes mandatarios en especial los del Partido Revolucionario Institucional, siendo el último Enrique Peña Nieto quien estuvo seis años en el poder, quien dejo más penas que glorias. López Obrador tiene un gran compromiso en mejorar los pilares fundamentales de la educación, salud, empleo y seguridad y esta última quizás una de las más difíciles debido a los carteles del narcotráfico. Entre las promesas de López Obrador está: “Me comprometo a no robar”. Ojalá apareciera un presidente con esas cualidades en un país llamado Honduras.