Como trates a tus hijos los marcará para toda la vida
Atención, contacto físico y visual son tres factores que ayudan a generar confianza y cercanía entre padres e hijos
Ya antes de que tu hijo nazca oirás consejos de todo tipo. Y todas harán hincapié en un tema central: el tipo de vínculo que generarás con tu hijo. ¿Lo abrazarás mucho? ¿Cuánto contacto conviene tener? ¿Cuánto cariñoesbueno darle? El tipo de vínculo que tengas hacia él y la forma en que lo trates lo marcarán para toda la vida. Desde luego que no siempre es un lecho de rosas. Todos quisiéramos estar rodeados siempre de seguridad y protección, pero no siempre sucede como querríamos. Inga Nawin nos cuenta que “tenía unas ganas inmensas detener un parto natural y poder abrazar y darle cariño a su bebé” cuando se embarazó por primera vez a los 39 años. Pero el proceso fue algo distinto de lo que ella imaginaba. Tuvo contracciones, pero no comenzaba el trabajo de parto. Le dieron calmantes que le generaron efectos colaterales bastante fuertes y luego tuvo que ir a cesárea. No pudo alzar inmediatamente después a su bebé, Paul, porque estaba muy golpeada por la medicación. “Las primeras horas después del parto no definen todo. El vínculo y la unión entre padres e hijos se desarrolla en el correr de períodos más prolongados”, explica. Inga logró tener ese lugar con su hijito. “Aunque no pude estar tan presente en los primeros meses, nunca dudé de que eso estaba siendo así”, recuerda ahora que tiene tres hijos. Ella no podía imaginar amamantar a su bebé cuando nació y decidió no hacerlo. “Me parecía algo imposible. Le tenía rechazo a la idea”, cuenta. Escuchaba por todas partes que era sumamente importante amamantar, y que era un momento fundamen- tal para generar un vínculo con los hijos. “Pero no es así”, sostiene Becker- Stoll. “Amamantar no está necesariamente relacionado con tener un buen vínculo o más unión con los bebés”. Ella cree que lo primordial es darles atención, cariño a través de alguna caricia y el contacto con la mirada. “Si eso está, no hace tanta diferencia si uno lo amamanta o le da el biberón”, dice la especialista. Es importante ser consciente de que marcamos a nuestros hijos con el modo en que los tratamos, la atención que les damos o les dejamos de dar, la contención que les ofrecemos. Pero no tenemos que dejar de actuar también con naturalidad.