Falencias orales
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Debo aclarar que falencia no es sinónimo de falla; falencia en principio es truco, engaño, error. Con la lengua se da una infinidad de falencias para emplearlas en diferentes ámbitos, en especial en el manipuleo de mensajes. “Bendigo a los asesinos de mi hijo” es un ejemplo de falencia muy común y con un aparente sentido de humildad oral, puesto que es muy difícil de creer que alguien pueda invocar en favor del que mata a su hijo la bendición divina, eso sería una contradicción, un acto de fariseísmo. “Lo siento, no puede entrar en sandalias, retírese” es otro ejemplo de falencia oral en la que el emisor suaviza el tosco “No puede entrar en sandalias”. Y lo mismo sucede cuando nos cuentan que “estamos a la puerta de convertirnos en una smart city” (ciudad inteligente), algo que casi nadie sabe que” una ciudad inteligente es aquella que se basa en el desempeño urbano no solo dependiendo de su infraestructura, sino también de factores como la disponibilidad, calidad de comunicación y la infraestructura social de forma que se cree una correlación entre el crecimiento de tecnologías de información y la comunicación, el capital social y el medio ambiente”, y no creo que estemos cerca de reunir estos detalles. Pienso que mucho de esto es pura falencia léxica no sé con que fines. “Familiares retiraron ayer el cuerpo del taxista” es una expresión referida a difunto, a muerto, a occiso, comosea; noobstante, hayunaremache excesivo de este término que en conclusión actúa como un eufemismo de cadáver, algo que en nada abona al mensaje, y no tiene nada de incómodo decir que “Familiares retiraron ayer el cadáver del taxista”, puras falencias orales. Lo peor es que he leído en reiteradas veces casos como “hicieron el reconocimiento cadavérico”, en vez de “reconocieron el cadáver”, puesto que cadavérico no cabe en estas expresiones. Muchas veces, el hablante, acaso inconscientemente, comete crueles redundancias como esta que encontré en un medio escrito: “Los vuelos aéreos desde La Ceiba hacia el resto del país y las salidas de los barcos al Caribe están operando con normalidad luego que estuvieron suspendidos por más de 24 horas debido a la poca visibilidad y al fuerte oleaje”, puesto que hablando en lenguaje referencial no hay vuelos que no sean aéreos; es posible que el redactor por asimilación de “boletos aéreos” cometa tal redundancia.