¿Quién podrá defendernos?
Aunque intentamos ser positivos y aferrarnos a la esperanza, los hondureños de a pie vivimos en constante zozobra por la realidad en nuestra amada patria. Las noticias escritas y televisadas dan cuenta a diario de la violencia en las calles, especialmente en zonas marginales donde la policía y militares solo ingresan a retirar los cadáveres de los ciudadanos que engrosan las cifras de homicidios. Es común escuchar a los dolientes quejarse del Gobierno y culpar a las autoridades por la inseguridad. Uno se pregunta a dónde va tanto dinero de impuestos y de la tasa de seguridad, muchos estamos obligados a pagar seguridad privada en nuestras colonias para tener un poco de calma porque a pesar de las estadísticas que presentan las autoridades, en la realidad vivimos a merced de la violencia. Y, ¿quién nos defiende? Algunos tenemos la posibilidad de acercarnos a un médico o clínica privada cuando adolecemos de algún malestar, especialmente cuando se trata de un hijo, estamos dispuestos a gastar hasta lo que no tenemos. Pero también uno se pregunta dónde van a parar los impuestos si en los hospitales estatales predomina la escasez de medicamentos e insumos para atender dignamente a la población. Y, ¿quién nos defiende? ¿Cuántos ciudadanos perecen por falta de acceso a atención médica de calidad y falta de recursos para pagar un servicio médico privado? Ahora que nos acercamos a la época de comenzar clases en el sistema público ya escuchamos noticias de incremento a los útiles escolares. Y, ¿quién nos defiende como consumidores? De nuevo uno como contribuyente se pregunta, y muchas veces con indignación, ¿a dónde van nuestros impuestos, las donaciones o los préstamos? No todos tienen posibilidad para matricular a los hijos en instituciones privadas. ¿Debemos conformarnos con una educación mediocre por el despilfarro del dinero de las arcas del Estado? ¿Quién podrá defendernos? Muchos cada día nos sentimos más solos e impotentes en estas honduras. ANDREA MATUTE PORTILLO