Bomba de tiempo
Quien te ha visto por allá y quien te ve por acá, es la síntesis de la presentación gráfica del Chamelecón que en su edición del martes ofreció LA PRENSA para que ante la evidencia de los hechos no haya dudas de que ríos, quebradas y toda hondonada por donde fluya corriente reciben los desechos, afectando con la contaminación a los municipios de San Pedro Sula, La Lima, Choloma y Puerto Cortés. Algunos todavía en sus bonitos y juveniles recuerdos recrearán aquellos paseos a Las Hamacas y sus zambullidas en las aguas bajo el puente del tren.
Las cuatro fotografías destacadas en las dos páginas de la sección Apertura proporcionan el documento revelador de la vida, agonía y muerte del cauce en su camino hacia el Caribe. Desde occidente, con origen en Copán, recorre Santa Bárbara y Cortés, donde, en otros tiempos, contribuía eficaz y decididamente a la riqueza agrícola y ganadera del fértil Valle de Sula y la dieta de las familias a cuyas mesas llegaba el pescado de sus aguas. Hoy es un recuerdo que se debiera convertir en bofetada para todos por acabar con la vida en las aguas y dañar a las poblaciones cercanas.
Las gráficas presentan las aguas cristalinas que dejan ver el fondo en la cuenca alta y media, pero al ingresar en el valle las primeras descargas de la contaminación urbana tiñen la corriente, de caminar cansino por estar en tierra plana, en un color verduzco que más adelante va adquiriendo una presentación turbia, achocolatada, para terminar su recorrido en la laguna Alvarado, donde lo turbio identifica plenamente su llegada a la antepuerta del mar Caribe.
Como señalamos en esta misma columna, el pasado, para no volver a tropezar y evitar errores, pero la urgencia exige la máxima y total dedicación al futuro, hoy, mañana y a largo plazo; pero todo sintetizado en una solución viable que tenga clara la necesidad, los objetivos y la meta final. Sin duda que intereses de un lado o de otro pueden ser distantes, pero a lo que no se puede dar la espalda, con distracciones, excusas o acusaciones es al grave problema de la contaminación en la ciudad con un Plan Maestro de Alcantarillado, en papel, y tres plantas de aguas residuales, en cuyo proceso la municipalidad se queja de haber sido excluida.
Hablando se entiende la gente y, como señalan en la concesionaria, no se quiere pelea, pero tampoco ausencia, puesto que la contaminación es ya una bomba de tiempo con mecha demasiado corta para cerrar los ojos, taparse los oídos y sellar la boca.