148 empresas ofertan para planta de tratamiento de aguas en SPS
Aunque es un municipio con menos recursos que San Pedro Sula, tiene un completo tratamiento de aguas residuales mediante el “círculo virtuoso del agua”
PUERTO CORTÉS. A pesar de tener mucho menor potencial económico, Puerto Cortés da ejemplo a San Pedro Sula en el tratamiento de las aguas residuales.
El municipio porteño cuenta desde hace 15 años con el sistema de alcantarillado y procesamiento de aguas negras del que carece y que tanto se urge construir en el territorio sampedrano.
En Puerto Cortés se aplica el llamado “círculo virtuoso del agua”, mediante el cual se cumple un ciclo en el que se usa el líquido y luego se realiza el saneamiento de este para que no quede contaminado y no perjudique el medio ambiente ni vaya reduciendo la cantidad de agua utilizable.
“Puerto Cortés cuenta con seis lagunas de oxidación. De estas, dos son lagunas anaeróbicas, dos son lagunas facultativas y las otras dos son de maduración. Están todas juntas. En ellas se realiza el tratamiento de las aguas residuales o llamadas aguas negras”, explicó Jorge Aguilera Osorto, gerente general de Aguas de Puerto Cortés y presidente de la Asociación Hondureña de Prestadores de Servicio de Agua y Saneamiento (Ahpsas), que aglutina a 19 municipios.
Estas lagunas de oxidación pueden procesar unos 228 litros de agua por segundo.
“Las lagunas de oxidación de Puerto Cortés fueron culminadas en 2004 y el costo fue de L50 millones. La red colectora y 25 estaciones de bombeo fueron terminadas en 2005 a un costo de L300 millones”, afirmó Aguilera.
Las obras. Puerto Cortés cuenta con cuatro obras de captación y un campo de pozos de agua subterránea, con tres plantas potabilizadoras, con una extensa red colectora y 25 estaciones de bombeo y seis lagunas de oxidación.
Sumando el costo de todos los proyectos, la inversión aproximada es de unos 500 millones de lempiras. Esto para una cobertura de unas 20,000 casas, o sea, la totalidad de las que hay en el área urbana y periurbana de Puerto Cortés. Debido a un mayor número de hogares y demanda, la inversión en San Pedro Sula para hacer el tratamiento de aguas debería ser más grande, pero esto es relativo al potencial económico de la principal ciudad del valle de Sula y la segunda más importante de Honduras.
El ciclo completo. El “círculo virtuoso del agua” incluye seis etapas: la captación de agua, su
Abastecimiento
A unas 80,000 personas abastece la planta potabilizadora Tulián que está en la carretera a Omoa, Cortés.
Cobertura
La planta potabilizadora Fime, ubicada en el sector Medina, abastece a 10,000 personas en Puerto Cortés.
potabilización y envío a casas y negocios, el uso por parte de la población, el envío mediante la red colectora y estaciones de bombeo, el posterior tratamiento de esas aguas residuales en las lagunas de oxidación y el ciclo termina, cuando el líquido, ya saneado, es enviado a la laguna de Alvarado.
“De San Pedro Sula varias veces han venido a ver y preguntar cómo hacemos el tratamiento de aguas en Puerto Cortés, pero pasan los años y no han hecho su propia obra”, manifestó Aguilera.
Limpieza. La ingeniera química Sara Canales, jefa de control de calidad de agua y saneamiento de Aguas de Puerto Cortés, explicó que tarda de nueve a 13 días el saneamiento de las aguas negras.
“El agua llega y pasa por el canal de entrada, donde se retiran los sólidos más grandes, y luego es distribuida de forma uniforme en las lagunas anaeróbicas, cuya función es sedimentar. Tienen 4.5 metros de profundidad y forma cónica”, detalló la experta. Añadió: “luego el líquido pasa a dos lagunas facultativas, con profundidad de 2.15 metros y ahí se llevan a cabo los procesos químicos. Lo llamamos así aunque no usamos químicos, pues son las propias bacterias del agua las que realizan los procesos. Ahí se hace la nivelación de fosfato, sulfato y potasio”.
Canales indicó que después el agua pasa a las lagunas de maduración, donde la profundidad es de 1.5 metros y son más amplias, porque la luz solar termina de hacer el último proceso y se mata la parte de coliformes y se reduce la contaminación a niveles dentro de la norma, para poder ser colocados en el cuerpo receptor, que en nuestro caso es la laguna de Alvarado”, explicó la ingeniera química.
Los hechos en Puerto Cortés muestran, que con voluntad, las obras pueden hacerse.