La mano derecha de Guaidó es recluido en una cárcel militar
El primer vicepresidente del Parlamento venezolano es acusado de traición a la patria, conspiración y rebelión civil El también diputado opositor Luis Florido huye a Colombia
CARACAS. Arrestado en una ofensiva oficialista contra los legisladores opositores, el vicepresidente del Parlamento venezolano, Edgar Zambrano, fue recluido ayer en una cárcel militar, en la víspera de manifestaciones convocadas por el opositor Juan Guaidó tras una fracasada sublevación militar contra Nicolás Maduro. Zambrano, el brazo derecho de Guaidó detenido el miércoles en una insólita operación que incluyó el remolque con grúa de su vehículo hasta los servicios de inteligencia, fue ingresado en Fuerte Tiuna, el mayor complejo militar de Caracas, informó el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Un tribunal competente en casos de terrorismo le “dictó medida judicial privativa de libertad... por la comisión flagrante de los delitos de traición a la patria, conspiración, rebelión civil”, indicó en un comunicado la máxima corte, de línea oficialista. Zambrano es la cara más visible afectada por un contraataque oficialista contra el Parlamento, única institución en manos opositoras, luego de la fallida rebelión del 30 de abril liderada por Guaidó.
En total diez diputados fueron imputados por el TSJ en relación con la sublevación, que derivó en disturbios que dejaron seis muertos, calificada por Maduro de “golpe de Estado”.
Tres de los legisladores se refugiaron en sedes diplomáticas, tros dos denunciaron acoso en viviendas de sus familias y ayer otro optó por huir a Colombia. Se trata de Luis Florido, quien anunció en un video que huyó al país vecino.
“Me encuentro fuera del país, en Colombia, a resguardo de un régimen que está dispuesto a encarcelar diputados... Antes de salir, consulté con muchos amigos, todos me dijeron: Luis no te dejes agarrar, no le des ese trofeo al régimen que te tiene hambre desde hace tiempo”, dijo Florido en un video que difundió en Twitter. La marcha de hoy convocada por Guaidó servirá de termómetro para medir el apoyo con el que sigue contando el líder opositor, que desde enero encabezado movilizaciones contra el chavismo.