Para tratar raspaduras y laceraciones
TRATAMIENTO. Caídas, golpes, o el ataque de un animal, pueden causar lesiones; evite infecciones
REDACCIÓN. Las heridas superficiales como las raspaduras, arañazos o laceraciones, se curan espontáneamente. El cuerpo siempre está preparado para ello y nuestro sistema inmunitario lucha a diario contra infecciones, pero con estas sencillas medidas de primeros auxilios puedes acelerar el proceso de curación y evitar que la lesión se infecte:
Antes de manipular cualquier herida hay que lavarse las manos, primer paso en la prevención de infecciones.
La mejor opción a la hora de limpiar una herida es utilizar agua fría y jabón neutro. Con cuidado de no aplicar el jabón directamente en la lesión, se debe lavar con abundante agua y sin temor. Especialmente en las raspaduras, donde pueden haberse introducido tierra, arena, o elementos extraños, hay que frotar con insistencia aunque sea doloroso.