Indígenas dan un ultimátum a Moreno en inicio de diálogo
Las negociaciones entre el Gobierno y los líderes indígenas se iniciaron ayer con la exigencia de anular decreto sobre gasolina Continúa toque de queda tras caos en Quito
QUITO. Los indígenas de Ecuador exigieron ayer al presidente Lenín Moreno que derogue el decreto que elimina el subsidio a las gasolinas, advirtiendo que si no cumple se mantendrán en las calles con las protestas sociales que ya dejan siete muertos y 1,340 heridos. “Está en sus manos Sr. Presidente recuperar la patria. Tenemos bajo nuestra responsabilidad la dignidad de un país que nos reconoce como su legítimo interlocutor. ¡No vamos a negociar esa dignidad, no vamos a negociar a nuestros caídos!”, indicó Jaime Vargas, dirigente del movimiento indígena de Ecuador, en la mesa de diálogo inaugurada ayer tras las violentas manifestaciones en Quito.
Las negociaciones, que se realizan bajo el auspicio de la Conferencia Episcopal y el Sistema de Naciones Unidas en Ecuador, empezaron con un minuto de silencio por las personas fallecidas en las jornadas de protestas que comenzaron este 3 de octubre. El presidente Moreno replicó que para él la eliminación del subsidio a las gasolinas sí beneficiará a la población, sobre todo a la más pobre, pero que también fortalecerá la dolarización. El mandatario alentó a buscar una fórmula para que el dinero que se genere por la eliminación del subsidio se dirija a los más pobres, y señaló que en eso debería trabajar una comisión bilateral que analizará las posiciones. Sin embargo, dijo que lo único que no hará es conversar con los correístas, es decir, con los seguidores del expresidente Rafael Correa (2007-2017) a quien culpó de la crisis que afecta al país y de haber alentado una ola de desestabilización.
El diálogo sigue a las protestas más violentas que se recuerden en Ecuador en mucho tiempo. Ayer podían verse grandes destrozos en puntos de la ciudad. Sobre una vía aún estaba el esqueleto de un carro policial devorado por las llamas.
Tras los fuertes disturbios, Moreno ordenó el toque de queda y la militarización de la convulsionada ciudad. Pese al despliegue de las fuerzas de seguridad, ayer hubo nuevos choques entre militares y manifestantes y la quema de varios edificios gubernamentales.
“Moreno no solo no puede seguir gobernando, debe ser juzgado por sus crímenes”